En la primera entrega de esta serie de artículos vimos lo beneficioso que era el ejercicio para prevenir enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares en general, y particularmente todos los aspectos implicados en ellos, como la tensión alta o la diabetes tipo 2, entre otros. En la segunda parte vimos cómo el ejercicio contribuye a mejorar la salud mental y emocional y cómo nos ayuda a ser más felices.
En esta tercera y última entrega veremos cómo el ejercicio reduce el riesgo de sufrir otras enfermedades y dolencias, unas más comunes que otras, aunque todas están a la orden del día. También veremos cómo influye positivamente en otros aspectos interesantes de la vida cotidiana.
1. El ejercicio ayuda a proteger contra la osteoporosis
La salud ósea es una preocupación importante para las mujeres, especialmente después de la menopausia. Diversos aspectos pueden contribuir a la osteoporosis, incluyendo fumar y beber demasiado, así como los antecedentes familiares, pero una causa evitable es el sedentarismo.
Los ejercicios de resistencia (fuerza sin carga) y también los ejercicios con carga pueden ayudar a mantener los huesos fuertes. Los ejercicios de alta intensidad y los cardiovasculares también ayudan. En cualquier caso, una persona que ya sufre deterioro óseo, aunque sea incipiente, debe tener cuidado con el tipo de ejercicio que hace. Algunos tipos de ejercicios pueden ayudar, pero es necesario ponerse en manos de un experto.
2. El ejercicio protege de las lesiones, especialmente en la tercera edad
Las caídas son una fuente importante de lesiones, especialmente en la personas mayores. Según un estudio, las caídas causan el 90% de las fracturas de cadera.
Más allá de lo que supone el envejecimiento en sí mismo, la pérdida de músculo, de equilibrio y de coordinación es otra causa importante de caídas y accidentes. Las personas que no hacen ejercicio pierden músculo, y la pérdida de músculo puede contribuir a la debilidad y la falta de flexibilidad, lo que puede afectar la capacidad para moverse con fuerza y confianza.
Diversos estudios han demostrado que las personas mayores pueden prevenir caídas y mantener un mayor nivel de funcionamiento con el ejercicio. El trabajo del equilibrio , la flexibilidad , la resistencia y la fuerza mejora la calidad de vida a medida que se envejece, y además protege de lesiones.
3. El ejercicio ayuda a tratar y prevenir el dolor de espalda
A cierta edad, que te hablen de hacerse mayor suena muy lejos. Pero los problemas de espalda es algo que se puede empezar a sufrir muy pronto, incluso desde la infancia. De hecho, el dolor de espalda es un problema muy común debido a diferentes causas , y no hay una terapia que funcione para todos. Sin embargo, cuando el dolor de espalda proviene de una mala postura o de estar demasiado tiempo sentado, los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la espalda pueden ser una manera de reducir el dolor. Además, hacer ejercicio también ayuda mantener una espalda fuerte.Y para esto no hace falta hacer pesas ni ejercicios cardiovasculares intensos. El yoga o el Pilates son perfectos para esto (y para muchas otras cosas).
4. El ejercicio reduce el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer
Hablar de cáncer está a la orden del día. Mucho se habla de alimentos y productos que ayudan a prevenirlo, así como de dejar hábitos nocivos, como el tabaco. Pero de lo que no se habla tanto es de cómo el ejercicio ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de colon , cáncer de mama , cáncer de pulmón o mieloma múltiple. Un estudio encontró que el ejercicio realizado de intensidad moderada a intensa ofrecía la mejor protección frente al cáncer de colon, reduciendo el riesgo entre un 30% y un 40% en comparación con los no deportistas.
5. El ejercicio ayuda a mantenerse en forma en las épocas de menor actividad física
Hay mucha gente que practica deportes o actividades físicas de temporada (esquí, natación, ciclismo, etc.). Practicar otras actividades físicas ayuda a estar personas a mantenerse en forma todo el año para no perder forma física y disfrutar más de sus actividades de temporada. Además de ser una oportunidad para mejorar ciertos aspectos físicos, hacer ejercicio físico todo el año ayuda a prevenir lesiones y a fortalecer los grupos musculares que menos trabajan en las otras actividades para compensar el físico. Es muy habitual que deportistas aficionados, confiados de que están en forma, sufran lesiones a principio de temporada por no haber practicado deporte durante meses y, confiados, crean que están en condiciones de hacer lo mismo que habían hecho al final de la temporada anterior.
6. Hacer ejercicio es un ejemplo para la infancia y para los adolescentes
Muchos padres se quejan de que sus hijos no se mueven, de que apenas hacen ejercicio, que están en mala forma e incluso están obesos, de que solo piensan en jugar a la consola, cuando son más mayores, en salir de juerga a beber, fumar, etc. Pero, ¿qué ejemplo están dando esos padres? Que los niños y los jóvenes realicen ejercicio depende en gran medida de lo que observan en casa. Ser un modelo de conducta es la mejor oportunidad para que los niños y jóvenes mantengan un estilo de vida saludable presente y futura. El ejemplo es, sin duda, la mejor herramienta de prevención que hay.
Conclusiones finales
A lo largo de estos tres artículo te he mostrado veinte razones para convencerte de lo importante y lo bueno que es el ejercicio. ¿Todavía te quedan excusas que puedan rebatir esto? Si eres capaz de encontrar veinte excusas razonables y convincentes que justifiquen el no hacerlo no dudes en añadirlas a los comentarios y conversaremos sobre ello. Aunque, la verdad, dudo mucho que no encuentres alguna motivación a continuación para no empezar a moverte en cuanto acabes de leer estos artículos.
Imagen: Calibe Thompson