Casarse con el príncipe azul o la princesa del cuento no garantiza «vivir felices para siempre.» En realidad, hay muchas cosas que pueden salir mal después del día de la boda. El matrimonio no es perfecto, como cualquier otra cosa en este mundo. Sin embargo, depende de ti y de tu pareja que las cosas funcionen y que podáis estar juntos «hasta que la muerte os separe».
Aunque cada pareja tiene sus propias circunstancias, hay algunos denominadores comunes en los matrimonios que no salen tan bien como se esperaba -o directamente resultan en un desastre-.
A continuación vemos algunas de las razones que están detrás de un matrimonio infeliz y cómo conseguir recuperar o reencontrar el amor para reconducir la situación y salvar la relación.
1 – Casarse por las razones equivocadas
La raíz de los problemas de muchos matrimonios es la pareja decidió casarse por las razones equivocadas. Hay muchas cosas de las que hay que asegurarse antes de dar el «sí, quiero». Muchas parejas se casan por presiones sociales, por dar gustos a sus padres, porque quieren tener una boda de ensueño, por cumplir sus sueños de la infancia o porque se han enamorado de la idea del amor.
Sin embargo, nunca es tarde para re-enamorarse, para reencontrase y para empezar de nuevo. Es el momento de buscar y entender la esencia de ser uno y estar unido con el alma de la otra persona.
2 – Problemas de comunicación
Cuando tiendes a evitar conflictos por no hablar con tu pareja, también estás retirándote emocionalmente a ti mismo de la relación. Y se debilita tu relación de pareja. Lo mismo sucede cuando se tiene un mal carácter y se utiliza el lenguaje basado en el menosprecio hacia el otro y el tono condescendiente en una discusión. La comunicación ineficaz interfiere en la resolución de problemas.
Para hacer frente a estos problemas con tu pareja debes aprender a hablar de manera adecuada, a dejar los problemas que tengas fuera de casa donde tienen que estar -fuera de casa- y a entender también los problemas que tu pareja, para ayudarle a solucionarlos o a dejarlos fuera. Y no olvides que, además de pareja, sois amigos. La amistad debería ayudar a mantener una relación fuerte y consistente.
3 – Ser egoísta
Si criticas a tu pareja y desacreditas sus sentimientos le estás dando una razón para dudar si desea compartir tus emociones e ideas contigo. Si no te esfuerzas por satisfacer las necesidades emocionales de tu pareja es posible que el otro busque otra manera de satisfacerlas.
Para mantener una relación saludable debes hacer que tu pareja se sienta apreciada y admirada, considerando las necesidades emocionales del otros como si fueran las tuyas propias.
4 – Problemas de intimidad
La satisfacción sexual es esencial en cualquier relación amorosa. El factor sexo es vital. Sin embargo, el sexo no lo es todo. El afecto es también importante. La relación sexual no debe convertirse en una rutina. Tampoco deben olvidarse otros aspectos ligados a la sexualidad, como los abrazos, los besos o las caricias.
5 – Sacar los conflictos fuera del matrimonio
Confiar tus problemas matrimoniales a un potencial amante o conectar íntimamente con alguien (tanto física como verbalmente) no solucionará tus problemas de pareja. De hecho, esto es potencialmente peligroso para tu matrimonio.
Es necesario prevenir la infidelidad emocional antes de que se convierta en algo más complicado. Esto es simple. Solo tienes que mantenerte alejado de los problemas y de las tentaciones, y mantener tus asuntos dentro de la pareja.
Los conflictos siempre serán parte del matrimonio. Depende de ti y de tu pareja el poder resistir el paso del tiempo y sobrevivir a los desafíos que surgen en camino. Por otro lado, si los esfuerzos conscientes no son suficientes para resolver el problema, no te rindas de inmediato y, si realmente necesitas ayuda, busca ayuda profesional .
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