La varices, o venas varicosas, son un problema común de los adultos. Las varices son venas anormalmente dilatadas que aparecen cerca de la superficie de la piel. Por lo general, ocurren en las pantorrillas y los muslos debido al debilitamiento de las paredes de la venas o al mal funcionamiento de las válvulas que regulan el flujo sanguíneo, que poco a poco producen un retorcimiento y obstrucción de los vasos sanguíneos. Más allá de su aspecto estético, las varices son un incómodo problema debido a la pesadez y dolor de piernas que pueden provocar.
Aunque existen remedios médicos para tratar las varices, lo cierto es que estas soluciones son caras o requieren de intervención quirúrgica (en casos extremos). Sin embargo, es posible tratar las varices con remedios naturales para prevenir el dolor, evitar o retardar su avance y para prevenir su aparición.
Por qué aparecen las varices
El aumento de peso, los coágulos de sangre, diversas lesiones o daños, pasar mucho tiempo de pie sin apenas desplazamientos o no hacer ejercicio son factores que influyen notablemente en la aparición de las varices. Otros factores, como cruzar las piernas cuando se está sentado o estar sentado demasiado tiempo, el uso de píldoras anticonceptiva o los cambios hormonales también favorecen la aparición de venas varicosas.
En general, uno de los problemas que causa las varices es que se acumula mucha presión y se dificulta el riego sanguíneo normal. Controlar el peso, evitar situación de tensión y moverse para que fluya mejor la sangre son medidas que deben tenerse en cuenta para prevenir las varices y aliviar el dolor de las que existan.
Remedios naturales para aliviar las venas varicosas
#1 – Vinagre de manzana
El vinagre de manzana es un maravilloso tratamiento para las venas varicosas. El vinagre de manzana ayuda a la limpieza natural del cuerpo y también mejora el flujo sanguíneo y la circulación. Cuando la sangre comienza a fluir de forma natural, la pesadez y la hinchazón de las venas varicosas se reduce en gran medida.
Aplica vinagre de manzana sin diluir en la piel sobre las venas varicosas y masajea suavemente la zona. Hazlo todos los días antes de ir a la cama y de nuevo por la mañana. Después de unos meses verás que el tamaño de las venas varicosas ha disminuido.
#2 – Cayena
La cayena se considera un tratamiento milagroso para las venas varicosas. Contiene mucha vitamina C y bioflavonoides, que aumentan la circulación sanguínea y alivian el dolor de las venas congestionadas e hinchadas.
Añade una cucharadita de cayena en polvo a una taza de agua caliente y mezcla bien. Bebe esta mezcla tres veces al día durante uno o dos meses para obtener resultados.
#3 – Aceite de oliva
El aumento de circulación de la sangre es esencial para el tratamiento de venas varicosas. El masaje con aceite de oliva puede ayudar a aumentar la circulación, lo que reduce el dolor y la inflamación.
Mezcla cantidades iguales de aceite y la vitamina E líquida y caliena ligeramente. Masajea las piernas con la mezcla durante unos minutos. Repite esto dos veces al día durante uno o dos meses.
También puedes mezclar cuatro gotas de aceite esencial de ciprés en dos cucharadas de aceite de oliva caliente y masaje con esta mezcla.
#4 – Hamamelis
El hamamelis es una hierba muy eficaz para fortalecer los vasos sanguíneos y, por lo tanto, puede reducir los síntomas de las venas varicosas. Aparte de ser un astringente, también contiene ácido gálico y varios aceites esenciales que pueden ayudar a reducir la hinchazón y el dolor.
Sumerje un paño en agua de hamamelis y colócalo sobre la zona afectada. Haz esto dos o tres veces al día durante uno o dos meses.
También puedes llenar la bañera con agua tibia y añadir de 10 a 20 gotas de destilado de hamamelis. Remoja tus piernas durante al menos 15 minutos. A continuación, aclara tus piernas con agua limpia y seca ligeramente. Haz esto una vez al día durante uno o dos meses.
#5 – Perejil
El perejil es rico en vitamina C, un poderoso antioxidante que estimula la producción de colágeno y ayuda a la reparación y reproducción celular. También contiene la rutina, un flavonoide que desempeña un papel clave en el fortalecimiento de los capilares y, por lo tanto, es muy útil para reducir los síntomas de las venas varicosas.
Haz una infusión con perejil picado fresco y deja que se enfríe. Cuando esté tibia, cuela la infusión. Añade una gota de aciete esencial de rosa y otra de aceíte esencil de caléndula. Deja enfriar la mezcla en el refrigerador durante varios minutos. Aplica con una bola de algodón sobre la zona afectada. Haz esto una vez al día durante varios meses para ver resultados. Comer perejil en crudo también ayuda.
Consejos finales
Eliminar por completo las varices no es algo que se pueda conseguir con este tipo de remedios. Sin embargo, aliviar el dolor ayudará a que la situación no empeore.
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Imágenes – Domino público, Jackerhack