La anemia es aquella enfermedad caracterizada por una presencia inferior a la habitual de glóbulos rojos en la sangre así como por la insuficiente hemoglobina contenida por estos, la proteína encargada tanto de aportar el característico color rojo a la sangre como de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Detectar los síntomas de anemia a tiempo y prevenirlos con los alimentos para la anemia adecuados resulta crucial, ya que de lo contrario puede llegar a causar lesiones en el corazón, el cerebro u otros órganos de nuestro cuerpo.
Si bien es cierto, pueden distinguirse distintos tipos de anemia según la causa de la destrucción de los glóbulos rojos. La más común de todas ellas es la anemia ferropénica, derivada la falta de hierro, aunque también puede darse por déficit de vitamina B12, deficiencia de ácido fólico, puede estar causada por enfermedades crónicas como la cirrosis, y un largo etcétera. Sin embargo, estos diferentes tipos de anemia comparten síntomas de anemia que te exponemos a continuación en Salud y Amistad.
5 Síntomas de anemia comunes en sus distintas tipologías
1. Palidez cutánea
El primero de los síntomas de anemia más característicos es la palidez presente en la piel como consecuencia de la reducción de la circulación sanguínea en los tejidos periféricos; esto se explica porque nuestro organismo prioriza los órganos nobles del cuerpo, y por ello desvía el flujo de la sangre hacia ellos. De esta manera, al recibir menos sangre, la piel puede tornarse más pálida o amarillenta; una explicación compartida a la hora de justificar la frialdad característica de una piel anémica.
Con la finalidad de detectar una posible anemia de la forma más precisa, te recomendamos que consultes el estado de la conjuntiva de tus ojos, que suele presentarse más pálida en casos de anemia. Por último, cabe tener en cuenta que esta palidez no resulta evidente hasta el momento en que la hemoglobina desciende los 10 g/dl, por lo que puede pasar perfectamente desapercibida en las fases más iniciales.
2. Astenia (fatiga general)
El término «astenia» hace referencia a la fatiga general que suele padecer una persona afectada por la anemia. Y es que la reducción de células frente a los tejidos y, por tanto, de oxígeno en todo el cuerpo, provoca síntomas de anemia como el cansancio, la debilidad, la falta de ánimo, la dificultad de concentración, la somnolencia y/o el dolor de cabeza.
Este padecimiento tendrá una afectación distinta dependiendo de distintos factores. Entre ellos destaca la edad de la persona en cuestión; mientras las personas jóvenes pueden tolerar el cansancio mejor, haciéndose evidente únicamente en esfuerzos realmente costosos, en personas mayores puede pasar desapercibido puesto que el cansancio ya viene dado por la avanzada edad.
3. Disnea
La disnea es aquella dificultad respiratoria que encuentra como base una sensación subjetiva de la falta de aire. Además de erigirse como uno de los síntomas de anemia más agobiantes, es también uno de los síntomas de ansiedad más comunes. Si surge como respuesta al primero de los casos, la explicación radica en una respuesta automática de nuestro organismo.
Ante la insuficiencia de oxígeno en cada una de las células, nuestro organismo responde con una aceleración de la frecuencia respiratoria con la intención de aumentar la oxigenación de la sangre; y este es el motivo de la aparición de una respiración notablemente más acelerada.
4. Manifestaciones cardiocirculatorias
Del mismo modo que se da un aumento de la frecuencia respiratoria, tal como comentábamos en el apartado anterior, también se da un aumento en la actividad del corazón. Cabe destacar que esta intensidad se da tanto en los casos de anemia moderada como en aquellos casos de estado más avanzado.
Así pues, las manifestaciones cardiovasculares tales como las palpitaciones o la taquicardia (que puede incluso llegar a provocar la aparición del soplo en el corazón) se convierten en uno de los síntomas de anemia que se manifiestan de manera constante, puesto que el corazón muestra tendencia a acelerarse en su intento por aumentar la cantidad de sangre que llega a los tejidos.
5. Trastornos neurológicos y neuromusculares
Con los trastornos neurológicos y neuromusculares llegamos a los últimos de los síntomas de anemia principales y comunes en los distintos tipos de esta enfermedad. En este apartado se engloban todas aquellas manifestaciones que tienen que ver con la aparición de cefaleas, hipoxia cerebral, vértigos o, incluso, en casos extremas, un estado de coma.
Cualquiera de ellos se produce únicamente cuando el nivel de hemoglobina desciende de los 30 g/l, por lo que implican un nivel potencialmente preocupante de la anemia. A estos, además, deben añadirse otros síntomas de anemia como las alteraciones en la visión, la incapacidad de concentración o la desorientación.
Hasta aquí ha llegado nuestra recopilación de los síntomas de anemia más comunes. Te recordamos de nuevo que si sospechas que puedes padecerla, te pongas en contacto inmediatamente con un especialista antes de que pueda evolucionar. Cuéntanos, ¿presentas estos síntomas de anemia? ¿Has padecido anemia a lo largo de tu vida? Te animamos a dejar un comentario contándonos tu experiencia, estaremos encantados de leerla.