El estrés es el signo de nuestros tiempos. El exceso de trabajo, o más bien la velocidad a la que nos vemos obligados a vivir, así como la gran cantidad deobligaciones que contraemos -no siempre voluntariamente- hacen que vivamos al límite, sin disfrutar de la vida y perdiendo vista muchas veces nuestros verdaderos objetivos.
Aunque eliminar por completo el estrés de tu vida no es fácil -de hecho, puede que no sea posible- sí que hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para aliviarlo, sin necesidad de tomar medidas extremas. Aliviar el estrés te ayudará a seguir adelante, a tener mejor salud y a ser más feliz. En este sentido, hacer ejercicio, practicar algún hobbie y pasar tiempo de calidad con tus seres queridos es muy adecuado. Pero de esto sacarás mucho más provecho si consigues renunciar a cosas que realmente aumentan tus niveles de estrés.
A lo que tienes que renunciar para vivir con menos estrés
Renunciar no es fácil. Pero, una vez que lo hayas hecho y compruebes que era necesario, verás que merecía la pena. Y si no es así, siempre puedes volver a lo de antes.
1. Deja de quejarte y de pensar en negativo
Quejarse crea un ambiente de negatividad y una predisposición a que las cosas no sean agradables. En vez de quejarte por todo y de ponerte siempre en lo peor, intenta afrontar la vida con una sonrisa en los labios y procura ver algo positivo primero en lo que esté pasando. No siempre es posible hacer esto, pero si consigues al menos no quejarte y no enfadarte ya habrás dado un gran paso.
2. Deja de refugiarte en la comida basura cada vez que te sientes agobiado
Comer es algo que suele ser una salida para muchas personas cuando se sienten tensan y agobiadas. Pero es no soluciona nada. Es mas, como lo se suele comer es comida basura o productos con mucha grasa y/o calorías, el resultado suele ser justo el contrario, sobre todo en la medida en que nos sentimos culpables después por lo que hemos comido o simplemente nos damos cuenta de que lo único que hemos hecho ha sido perder el tiempo y engañarnos.
3. Dejar de hacer comparaciones
Las comparaciones son odiosas, dicen por ahí. Y es cierto. Comparar causa frustración, y nos aleja del verdadero problema. Nos sentimos peor, frustrados. Y, para colmo, no dificulta marcar objetivos y trazar estrategias para conseguirlos. Las comparaciones también nos obligan a tener necesidades que no siempre son tales, y nos hacen querer una vida que no está basada en nuestros propios valores.
4. Deja de sacar conclusiones apresuradas
Muchas personas se estrean porque creen que saben lo que piensan los otros y no les gusta. Pero esas conclusiones solo están basadas en pensamientos propios, y no son más que distorsiones cognitivas. Este «saber» puede producir ansiedad y estrés cuando se piensa que las cosas están peor de lo que son, cuando se reacciona sin tener todos los hechos y cuando se supone lo peor de los demás.
5. Deja de tener expectativas poco realistas
A menudo se tienen expectativas poco realistas sobre mismo y sobre los demás, y esto puede ser una fuente de estrés en las relaciones y en la vida. Las expectativas poco realistas puede hacer que comparemos nuestra vida real a una versión idealizada de lo quese cree que debería ser, y a menudo puede crear un sentimiento de decepción y falta.
6. Deja de quitarle horas al sueño
El sueño de calidad es vital para las personas. Hay que descansar, y además descansar bien. Dormir poco y/o dormir mal hace que se acumule la tensión y el estrés.
Consideraciones finales
Si consigues renunciar a estos 6 hábitos seguro que conseguirás tener mucho menos estrés en tu vida y ser mucho más feliz, ¿no crees?