Que los refrescos normales contienen mucho azúcar es algo que prácticamente todo el mundo sabe, y por eso la mayoría de la gente que se preocupa por su peso y su figura opta por tomar refrescos light, que no tienen azúcares añadidos y, por lo tanto, apenas tienen calorías. Pues si estás preocupado por controlar tu peso, esta tampoco es una buena solución ya que, según los resultados de un nuevo estudio publicado en la Revista de la Sociedad Americana de Geriatría, beber refrescos light con frecuencia puede aumentar la grasa del vientre y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como el síndrome metabólico.
Ya se han realizado varios estudios sobre los problemas para la salud del consumo frecuente de refrescos. Sin embargo, este estudio se centra específicamente en los refrescos light o de dieta, a los que muchas personas recurren a en un intento de reducir su consumo de azúcar. La investigación muestra que en las últimoas tres décadas, el consumo de edulcorantes artificiales y refrescos de dieta ha aumentado en tándem con un aumento espectacular de la obesidad en el mismo período.
Desarrollo del estudio
Si bien la mayor parte de la investigación existente trata de explorar la relación entre el consumo de refrescos de dieta y las enfermedades cardiometabólicas, en los adultos de mediana edad y más jóvenes, el nuevo estudio se centra en los efectos adversos para la salud entre las personas mayores.
«Nuestro estudio pretende llenar la brecha de edad mediante la exploración de los efectos adversos para la salud de la la ingesta de sodio en la dieta de los individuos de 65 años de edad y mayores», explica la autora principal Sharon Fowler, de la Universidad de Texas. «La carga de síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular, junto con los costos de atención de salud, es cada vez más grande en la población mayor», añade.
Como parte de este estudio, 749 personas de origen mexicano, europeo y norteamericano de 65 años o mayores fueron reclutados entre 1992 y 1996. Los investigadores midieron su consumo de refrescos de dieta, la circunferencia de su cintura, su altura y peso, y se hizo un seguimiento entre 2001 y 2004.
Analizando los datos de este estudio, Fowler y sus colegas encontraron que, por intervalo de seguimiento, la circunferencia media de la cintura de las personas que consumían con frecuencia refrescos light era casi el triple que la de sus pares que no consumían este tipo de refrescos.
Tras ajustar algunos factores de confusión, el equipo encontró que durante un período total de 9,4 años de seguimiento, la circunferencia de la cintura aumentó una media de 0,77 cm entre los que nunca bebían refrescos de dieta, 1,76 cm en las personas que de vez en cuando bebían refrescos de dieta y 3,04 cm en las personas que bebían refrescos de dieta todos los días.
Conclusiones
Fowler concluye que «el aumento de la ingesta de refrescos de dieta se asoció con la escalada de la obesidad abdominal, lo que puede aumentar el riesgo cardiometabólico en los adultos mayores», y recomienda que las personas mayores que a menudo beben refrescos de dieta deben frenar su consumo, sobre todo si se encuentran en alto riesgo cardiometabólico.
Este estudio contrasta con un polémico estudio publicado en 2014 en el que se decía que los refrescos light eran una herramienta más eficaz para la pérdida de peso. Sin embargo, ese estudio fue duramente criticado puesto que fue patrocinado por la American Beverage Association y dirigido por un científico que había trabajado como consultor en una de las compañías más importantes de refrescos del mundo.
Comentarios finales
Cada vez son más los estudios que sacan conclusiones muy poco favorecedoras para las bebidas gaseosas y los refrescos. Afortunadamente, tenemos muchas otras opciones para disfrutar de una bebida refrescante o para recrear el paladar. Si te interesa saber qué otras alternativas tienes, no te pierdas los artículos Ideas saludables para que beber agua sea menos aburrido y 9 razones saludables para beber cerveza con alcohol.
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