Los callos son pequeños círculos de piel dura engrosada que se desarrollan cuando la piel está expuesta a una excesiva presión o fricción. Aunque los callos se desarrollan más frecuentemente en los pies, sobre todo en la parte superior y los lados de los dedos de los pies, las plantas de los pies e incluso entre los dedos de los pies, también se pueden desarrollar en otras partes del cuerpo. El caso es que son molestos, pueden provocar dolor y son terriblemente antiestéticos.
La causa más común de los callos en los pies es caminar o correr en los zapatos mal ajustados. Incluso estar de pie durante largos períodos de tiempo con zapatos estrechos o tacones altos puede causar callos. Otras posibles causas son caminar sin zapatos, usar zapatos sin calcetines o practicar deportes que ejerzan mucha presión sobre los pies. Por lo general, la eliminación de la fuente de fricción o presión permite que lo callos sanen. Además, existen productos en el mercado para ello, aunque también se puede probar remedios caseros naturales muy simples. Vamos a verlos.
Piedra pómez y aceite de ricino
Masajear la zona con callosidades con una piedra pómez es un remedio eficaz. Una piedra pómez eliminará la piel muerta endurecida, reducirá el dolor y acelerará el tiempo de recuperación.
Antes de acostarte, remoja los pies en agua caliente durante 10 minutos para ablandar la piel dura. A continuación, frota suavemente con una piedra pómez sobre la zona afectada durante 3-5 minutos. Luego, seca tus pies. Para dormir, moja un algodón en aceite de ricino y duerme con él en la zona afectada (sujétalo con un vendaje y/o calcetín). Durante el día, cambia el vendaje y sigue aplicando aceite de ricino. Por la noche, repite el proceso. Hazlo durante varios días.
Bicarbonato de sodio, piedra pómez y limón
El bicarbonato de sodio es un agente exfoliante natural que ayuda a deshacerse de los callos y que a su vez ayuda en el proceso de curación. También tiene propiedades antifungicidasy antibacterianas, lo que ayuda a mantener la piel libre de infecciones.
Añade dos o tres cucharadas de bicarbonato de sodio a un recipiente con agua tibia. Remoja los pies en esta solución durante 10-15 minutos. Frota el área afectada con una piedra pómez para eliminar la piel muerta.
Otra opción es mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio, un poco de zumo de limón y agua para hacer una pasta. Aplica la mezcla con cuidado, sólo en la zona afectada. Cubre con un vendaje y deja toda la noche. A la mañana siguiente, enjuaga la pasta con agua tibia y luego exfolia suavemente con una piedra pómez.
Cualquiera de los dos remedios es útil. Hazlo una vez al día hasta que los callos desaparezcan.
Vinagre blanco, piedra pómez y aceite
El vinagre blanco es otro excelente remedio probado para los callos de los pies. El alto nivel de acidez del vinagre blanco ayuda a suavizar la piel dura. Además, su propiedades antifungicodas y antibacterianas reducen el riesgo de infección.
Antes de ir a la cama, mezcla una parte de vinagre blanco con tres partes de agua y frota la mezcla sobre la zona afectada. Cubre el área con una venda adhesiva y déjala toda la noche. A la mañana siguiente, frota la piel engrosada con una piedra pómez. También puedes usar una lima de cartón. Aplica un poco de aceite de coco o aceite de oliva para mantener la zona hidratada. Repite una vez al día hasta que los callos desaparezcan.
Próximamente
En los siguientes artículos te seguiremos contando más remedios caseros para eliminar los callos de los pies.
Si te interesó este artículo, seguro que también te gustará leer 5 remedios caseros para aliviar el dolor causado por las varices.
Imágenes – Marionette, Liftarn