Dicen que dormir una breve siesta después de comer es muy saludable. Una nueva investigación griega presentada recientemente en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología ha encontrado que las siestas del mediodía se asocian con niveles de presión arterial reducidos y con la necesidad de tomar menos fármacos antihipertensivos.
Si tienes la tensión arterial alta o simplemente quieres prevenir problemas de este tipo, no te pierdas los resultados de este estudio.
La siesta, una costumbre buena para la salud
Recuerdan los investigadores que dos influyentes primeros ministros del Reino Unido eran partidarios de la siesta del mediodía. Winston Churchill dijo que tenemos que dormir en algún momento entre el almuerzo y la cena, mientras que Margaret Thatcher no quería ser molestada alrededor de las 3 de la tarde. «De acuerdo con nuestro estudio tenían razón, porque las siestas del mediodía parecen reducir los niveles de presión arterial y pueden probablemente también reducir el número de medicamentos antihipertensivos requeridos».
La siesta es un hábito que hoy en día es casi un privilegiado por una cultura que trabaja de forma intensiva. Sin embargo, los investigadores plantean si la siesta es solo un hábito o costumbre o si realmente es buena para la salud.
La siesta parece tener efectos beneficiosos
El propósito de este estudio prospectivo fue evaluar el efecto de la siesta en los niveles de presión arterial en los pacientes hipertensos. El estudio incluyó a 386 pacientes de edad media (200 hombres y 186 mujeres, de 61,4 de media) con hipertensión arterial.
A todos los pacientes se les midió el tiempo que dormían a mediodia, los hábitos de estilo de vida, el índice de masa corporal y el pulso, entre otros datos. También se les realizó una evaluación con un ecocardiograma.
Después de ajustar otros factores que podrían influir como la edad, el sexo, el tabaquismo, la sal, el alcohol, el ejercicio y el café, entre otros, los investigadores encontraron que las personas que dormían la siesta a mediodía tenían la tensión un 5% más baja de media en comparación con los que no duermen en absoluto al mediodía.
Según los investigadores, los datos recogidos evidencian que la esta reducción en la presión arterial gracias a la siesta puede suponer un reducción de sufrir un evento cardiovascular de un 10%.
Los investigadores también dicen que sus hallazgos sugieren que las personas que duermen la siesta mediodía sufren menos daños en las arterias y el corazón debido a esa reducción de la presión arterial.
Además, la duración de la siesta se asoció con la carga de la hipertensión arterial. Los pacientes que durmieron durante 60 minutos al mediodía mostraron una tensión más baja a las 24 horas que los que no durmieron.
Este estudio muestra que la siesta no solo no solo reduce la presión arterial en el momento de dormir e inmediatamente después, sino que también favorece el sueño durante la noche, lo que se asocia a un mejor estado de salud.
Los investigadores también encontraron que los pacientes hipertensos que dormían al mediodía necesitaban menos fármacos antihipertensivos en comparación con aquellos que no dormían el mediodía.
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