Una de las mayores preocupaciones al mantener relaciones sexuales es que éstas no deriven en un embarazo no deseado. Gracias al enorme desarrollo en este campo es que actualmente podemos hablar de la existencia de métodos anticonceptivos femeninos y masculinos. Se trata de herramientas que evitan de manera efectiva el embarazo, o por lo menos reducen las probabilidades de manera significativa. En Salud y Amistad nos centraremos hoy en contarte sobre los métodos anticonceptivos para mujer más populares, con la finalidad de que te familiarices con todos ellos y elijas aquel que mejor se adapte a tus circunstancias y necesidades.
La elección referente a los métodos anticonceptivos femeninos depende, además de las preferencias personales, de distintos factores, tales como la edad, la frecuencia de las relaciones sexuales o la protección que dicho método anticonceptivo presente frente a las enfermedades de transmisión sexual. Este último aspecto dependerá, a su vez, de si nuestra actividad sexual se dará con una pareja estable o no. Te recomendamos que leas con atención el siguiente listado de los 8 mejores métodos anticonceptivos femeninos.
8 métodos anticonceptivos para mujer que debes conocer
1. El diafragma
Iniciamos nuestro recorrido por los métodos anticonceptivos para mujer con el diafragma anticonceptivo. Se trata de un capuchón fabricado con látex o silicona que debe ser introducido en la cavidad del útero femenino. Su uso debe ser previamente valorado y aprobado por el ginecólogo, quien además te enseñará a usarlo y a aplicarle espermicida para aumentar su eficacia.
Debe colocarse aproximadamente 10 minutos antes de iniciar el acto sexual, pudiendo permanecer colocado hasta un máximo de ocho horas. Una vez retirado, deberá lavarse con agua y jabón neutro, para después secarlo y guardarlo en su envase correspondiente, que deberá encontrarse en un lugar fresco y seco.
Empleado correctamente, este método tiene una efectividad de hasta el 95%. Protege de enfermedades de transmisión sexual, como en el caso de las clamidia, y además no presenta alteraciones hormonales ni efectos negativos sobre la fertilidad de la mujer. Incluso puede ser empleado durante la lactancia.
2. Los anticonceptivos orales
Tras los preservativos masculinos, los anticonceptivos orales son el segundo más popular entre los métodos anticonceptivos para mujer, y deben ser prescritos por un médico. Consisten en pastillas que contienen hormonas y que deben ser ingeridas diariamente a la misma hora, para asegurar su eficacia. La píldora combinada está compuesta por gestágenos, que inhiben la ovulación, y estrógenos, que favorecen la regularidad de los sangrados menstruales.
Para aquellas mujeres para quienes el uso de estrógenos esté contraindicado debido a condiciones de salud tales como la hipertensión, la obesidad o la adicción al tabaco, existe otra alternativa: la llamada «minipíldora», que contiene únicamente gestágenos.
Con una eficacia de entre el 90% y el 99%, uno de sus principales beneficios es que la mujer retoma la fertilidad tan pronto como abandone la toma de pastillas. Además, presenta otros efectos positivos como la mejora del acné, la caída del cabello e incluso la disminución del riesgo de padecer cáncer de ovario. Asimismo, conlleva una responsabilidad que no cualquiera está dispuesta a tomar: la inconstancia en la ingesta de pastillas es el principal motivo de fallo.
3. El preservativo femenino
Otro de los métodos anticonceptivos femeninos es el preservativo femenino; una funda de plástico fino y transparente con capacidad para ajustarse a las paredes de la vagina. Además de actuar como barrera impidiendo que los espermatozoides alcancen al óvulo, proporciona protección contra las enfermedades de transmisión sexual, conocidas como ETS. Sin embargo, a pesar de que puede llevarse un máximo de ocho horas, únicamente puede ser empleado una única vez.
Su eficacia se encuentra entre el 79% y el 90%, en función de si de le da un uso correcto. No conlleva efectos secundarios hormonales ni afecta a la fertilidad de la mujer. A pesar de ello, es rechazado por numerosas mujeres, que lo consideran antiestético por el hecho de que el anillo sobresale de la vagina.
4. El parche semanal
El siguiente de nuestros métodos anticonceptivos para mujer es el parche semanal. Se trata de una banda adhesiva compuesta por una capa que contiene tanto gestágenos como estrógenos. Estos van liberándose lentamente en cuanto entran en contacto con la epidermis. Por ello es importante su colocación en una zona corporal que no sufra demasiado roce con la ropa; de lo contrario, se despegaría. Debe ser cambiado cada 21 días, de modo que la cuarta semana libre corresponda al período de menstruación.
La eficacia del parche oscila entre el 99,7% y el 98,8%, y no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Además, del mismo modo que ocurría con la píldora combinada, está contraindicado para mujeres con hipertensión, obesidad o adicción al tabaco. Sin embargo, comparte sus beneficios.
5. El anillo mensual
Este anillo de plástico transparente y flexible, con un diámetro de 5 centímetros, debe ser colocado en la vagina una vez al mes, concretamente entre el primero y el quinto día del ciclo menstrual. Funciona durante tres semanas, de modo que los siete días restantes para completar al mes corresponde a la menstruación. Libera gestágenos y estrágenos que serán absorbidos por la mucosa vaginal.
Se trata de una buena alternativa entre los métodos anticonceptivos femeninos. Mantiene tanto la eficacia y los beneficios como las contraindicaciones con la pastilla anticonceptiva y el parche. Y además su colocación es una sola vez por mes, lo que lo convierte en un formato práctico.
6. Las inyecciones hormonales
Las inyecciones hormonales intramusculares son otro de los métodos anticonceptivos para mujer que puedes tener en consideración. Además de aplicadas por el especialista, deben ser administradas entre el primer y el quinto día de la menstruación. Pueden ser mensuales (administrando progestágenos y estrógenos), bimensuales o trimestrales (que contienen únicamente progestágenos). En cualquier caso, comparten la función de atrofiar el endometrio e inhibir la ovulación.
Su eficacia frente a los embarazos no deseados es de entre un 97% y un 99%, aunque es uno de los métodos de larga duración menos empleados. Ayuda a disminuir el riesgo de enfermedad pélvica inflamatoria, mejora la endometriosis y reduce tanto los dolores menstruales como la anemia.
Asimismo, no ofrece protección contra las ETS, puede conllevar irregularidades en el sangrado menstrual (incluso llegando a una posible desaparición) y la fertilidad tarda en regularizarse.
7. El implante
Sumamos el implante a los métodos anticonceptivos para mujer. Se trata de una barilla de cuatro centímetros que, por medio de un procedimiento quirúrgico que incluye anestesia local, es introducido en el brazo no dominante. Contiene una hormona llamada etonegestrel que va liberándose diariamente y ofreciendo un efecto anticonceptivo de aproximadamente 3 años.
Su eficacia es sumamente elevada, llegando a un 99,5%. Sin embargo, puede generar irregularidades en las hemorragias menstruales, pudiendo incluso desaparecer, y está contraindicado para situaciones como la lactancia, la hipertensión, el sobrepeso o la adicción al tabaco.
8. El dispositivo intrauterino (DIU)
Y cerramos nuestro recorrido por los métodos anticonceptivos femeninos con el DIU. Se trata de un pequeño dispositivo de plástico que el ginecólogo introduce dentro del cuello uterino. Su recubrimiento de cobre, metal tóxico para el esperma, impide la fecundación del óvulo durante aproximadamente cinco años. Así, destaca positivamente la facilidad de su uso y la despreocupación que supone para la mujer, aunque sólo pueden emplearlo aquellas que hayan sido madres con anterioridad.
Por este motivo, se han desarrollado dispositivos intrauterinos que eliminan el cobre de su composición, sustituyéndolo por un depósito de hormonas que actúan directamente sobre el endometrio, regulando la menstruación. Además, también se comercializa un tipo de DIU con una menor dosis hormonal para que pueda ser empleado por mujeres que todavía no han dado a luz.
Ambas alternativas tienen una duración de aproximadamente tres años y medio, y una eficacia aproximada al DIU de cobre inicial. Su eficacia es del 99%, y aunque en algunos casos el DIU convencional puede volver más abundante y dolorosa la menstruación, la recuperación de la fertilidad al retirarse el dispositivo, es inmediata.
Como verás, son muchas las alternativas de métodos anticonceptivos para mujer. Lo ideal es que evalúes cada una y consultes con tu ginecólogo de confianza, así podrás decidirte por la que sea mejor para ti. Cuéntanos, ¿has tenido experiencias favorables o negativas con alguno de estos métodos? ¿Cuál de todos ellos es el que usas actualmente? En Salud y Amistad nos interesan tus experiencias. Déjanos todas tus opiniones en un comentario, ¡estaremos encantados de leerte!