Aunque al hablar de violencia familiar asociemos este concepto a la violencia física, existe otro tipo de violencia familiar más silencioso y difícil de detectar; la violencia emocional. Ambas se caracterizan por acciones que el integrante de una familia ejerce contra otro, ocasionando daños físicos o psíquicos.
La detección de este tipo de violencia resulta verdaderamente difícil, ya que su ámbito no está delimitado a etapas particulares, sino que puede darse en todas las facetas de la vida de una persona, desde que se es niño hasta el paso por la adultez y la vejez. Sin embargo, si es posible determinar algunas de las consecuencias de la violencia familiar que influyen incuestionablemente en el desarrollo de la víctima, por lo que es importante saber identificar los síntomas, en aras de poder tratarlos y poner remedio a la situación lo antes posible.
En Salud y Amistad somos conscientes de la gravedad del asunto, por ellos hablaremos sobre los tipos, causas y consecuencias de este tipo de violencia.
Índice
¿Qué es la violencia familiar y cuáles son sus tipos?
Antes de ahondar en las consecuencias de la violencia familiar, es imprescindible identificar algunas de sus características principales.
En primer lugar, la violencia familiar o intrafamiliar es entendida como todo aquel acto de violencia que se cometa contra cualquiera de los miembros de la familia. Este es un problema multicausal que puede desencadenarse a raíz de situaciones sociales, individuales, políticas, psicológicas, de comunicación o, incluso, derivadas de anteriores maltratos hacia la persona que hoy ejerce la violencia.
Entre las principales consecuencias de esta violencia vale recalcar las características particulares del agresor (cero control de impulsos, traumas de infancia o baja autoestima), la incapacidad de resolver conflictos del agresor o las actitudes socioculturales (normalización de la violencia, machismo y aceptación sociocultural del poder del hombre).
Así mismo, las consecuencias de la violencia intrafamiliar parten de los tipos reconocidos de este acto. Hoy en día se habla de seis tipos de violencia familiar:
- Abuso físico. Es, sin duda, el tipo de violencia familiar más reconocido. Corresponde a aquella violencia en la que se ocasionan daños corporales como golpes o agresiones con armas.
- Violencia emocional o psicológica. Esta violencia se compagina con la violencia física e involucra una jerarquía de poder que busca descalificar al otro, hiriendo sus emociones a través de insultos y amenazas. Es un reto directo al autoestima de la víctima.
- Abuso verbal. Se vincula directamente a la violencia emocional y hace uso de las palabras para generar un daño profundo e irreversible en la víctima.
- Abuso sexual. Atenta contra los derechos sexuales o reproductivos de los miembros de la familia; son relaciones sin consentimiento y que, generalmente, involucran actos de violencia física y emocional.
- Aislamiento. Esta violencia conlleva el control total sobre la vida del familiar, en lo relacionado con convivencia, actividades, manejo de dispositivos tecnológicos, entre otros.
- Violencia económica. Se relaciona con la creación de una jerarquía de poder vinculada a quién aporta el dinero en la casa o quién merece manejarlo. Favorece las sensaciones humillantes y de menosprecio en la víctima.
¡Ha llegado el momento! Consecuencias de la violencia familiar
La siguiente selección de consecuencias de la violencia familiar se vinculan tanto a aspectos físicos y de desarrollo, como a aspectos psicológicos y emocionales:
1. Depresión
La violencia familiar es claramente una de las situaciones que pueden provocar depresión de una forma más notoria, aunque la víctima trate de llevar la tragedia en silencio. Esta depresión se caracteriza principalmente por una gran tristeza acompañada de melancolía y por la falta de comunicación. Esto puede a su vez derivar en una pérdida de contacto con las personas más cercanas de su entorno social.
2. Dificultades en el sueño y la alimentación
Otra de las consecuencias de la violencia familiar es la disminución de los niveles de sueño y las dificultades de la alimentación. Esto podría deberse a la sensación de estrés, intimidación y falta de control sobre la situación. Es una consecuencia clave ya que afecta el desarrollo del individuo y puede ocasionar, no solo problemas mentales, sino aparición de enfermedades y complicaciones de salud. En los niños, ralentizaría su adecuado crecimiento.
3. Aislamiento Social
El alejamiento del entorno es consecuencia del primer punto y, desde luego, se trata de un acto involuntario fruto de la incapacidad de gestión ante comportamientos vejatorios que sufre. Cuando una persona se distancia de sus amigos y familiares o pierde las ganas de salir sin causa aparente, probablemente sea un indicativo de que pueda estar padeciendo algún tipo de violencia familiar.
4. Retrasos en el desarrollo de niños y niñas
Como se mencionó en una de las consecuencias de la violencia familiar anteriores, este tipo de violencia puede ocasionar retrasos en el desarrollo de los menores; estos están, generalmente, vinculados a retrasos en el lenguaje, así como en el desarrollo de relaciones sociales y de rendimiento escolar.
5. Ansiedad
Los episodios de ansiedad están directamente relacionados con la depresión y la insatisfacción vital que de ella deriva. Cuando una persona padece este trastorno, es habitual que le cueste afrontar situaciones que, a priori, resulten normales y cotidianas, como por ejemplo salir a la calle o asistir al trabajo. Al sentirse indefensa ante cierto tipo de situaciones, tratará de evitarlas a toda costa. Por ello, resulta indispensable que todos nosotros aprendamos a saber cómo controlar la ansiedad para que esta no termine limitando nuestra vida diaria.
6. Disfunciones sexuales
Esta siguiente de las consecuencias de la violencia familiar está directamente relacionada con el abuso sexual, aunque también se vincula a la violencia física y emocional. Las disfunciones sexuales pueden ocurrir debido al miedo, el dolor o la repulsión causada por el daño y el abuso. Esta problemática puede permanecer a lo largo de la vida de la persona, afectando sus relaciones y autoestima.
7. Baja autoestima
La víctima de violencia familiar suele mostrar una autoestima rotundamente baja, ya que, además de los abusos sufridos, tiende a culpabilizarse por la situación que está viviendo, asociando todo lo que le ocurre como consecuencia de su propio ser. Así, perderá también el interés por cuidarse, creyendo que no se lo merece, y sentirá un miedo atroz a afrontar nuevos retos o situaciones.
8. Estrés postraumático
El estrés postraumático es un trastorno que se relaciona directamente con la ansiedad. Este se asocia, como su nombre indica, a situaciones que han creado un trauma en la persona, generando que la persona que lo padece siempre sienta temor o miedo a que vuelva a repetirse la situación que tanto daño le ha causado. Obviamente, este trastorno repercute de manera directa, no solamente en la forma de vivir de la persona, sino también en la gente de su alrededor.
Las consecuencias de la violencia familiar que acabamos de enumerar deben servir de ayuda a la hora de identificar a posibles víctimas y casos. Por tanto, si conoces a alguien que sufra estos trastornos y tengas indicios de que pueda estar sufriendo abusos, haz lo posible por sacarle de dicha situación.
Cuéntanos, ¿has padecido o conoces a alguien que haya padecido violencia familiar? ¿Cuál de todas estas consecuencias te ha impactado más? Déjanos un comentario con las aportaciones que consideres necesarias, estaremos encantados de conocer tus opiniones y experiencias.