Las mascarillas faciales han existido prácticamente desde el principio de los tiempos, y Cleopatra era un buen ejemplo de esta afirmación. La reina egipcia no solo se bañaba en leche, sino que aplicaba mascarillas de clara de huevo en su rostro. Existen numerosas historias de la época que relatan recetas de mascarillas faciales hechas con una gran variedad de ingredientes naturales, incluido el barro del Mar Muerto.
Las mascarillas faciales están diseñadas para tratar una condición particular de piel, por lo que es importante elegir cuál la correcta para cada uno de nosotros. Dependiendo de sus ingredientes, las mascarillas pueden tensar y tonificar, hidratar, nutrir, extraer impurezas, ayudar a que las imperfecciones curen, calmar y rejuvenecer la piel. Así que veamos qué tipo de mascarillas existen y qué propiedades nos aportan. 🙂 ¡Todas ellas te enamorarán!
7 Tipos de Mascarillas faciales capaces de enamorarte
1. Mascarillas en crema
Las mascarillas en crema son el tipo de mascarilla más común, las puedes reconocer por su textura untuosa y cremosa. Suelen ser ricas en propiedades nutritivas, contienen una mayor concentración de activos y no suelen incorporar ningún agente protector solar, por eso se recomienda su uso de noche. Son altamente recomendables para pieles secas por su alta concentración en lípidos.
2. Mascarillas peel off
Éstas son mascarillas faciales indicadas especialmente para eliminar impurezas y puntos negros. Tienen una textura líquida al aplicarse que va solidificándose hasta convertirse en una fina capa tipo film que se retira con facilidad, siempre empezando por las esquinas. Con la retirada, te llevas las impurezas y los posibles puntos negros. Deben usarse semanalmente y si quieres obtener un mejor resultado, aplica vapor o lávate la cara con agua caliente antes para abrir los poros y que la mascarilla penetre más profundamente.
3. Mascarillas velo
Están muy de moda últimamente. Son mascarillas de celulosa impregnadas en principios activos que pueden contener todo tipo de propiedades antiarrugas, productos para dar luminosidad, para hidratar, nutrir, relajar, aclarar la tez, etc. Ingredientes como el ácido hialurónico, el colágeno o incluso el oro suelen ser los más frecuentes en este tipo de mascarillas.
4. Barros
Las mascarillas de barro con uno de los tipos de mascarillas faciales más antiguas. El barro es uno de los mejores productos para limpiar la piel por su potente poder astringente, ayudando a estimular la circulación de la piel y absorbiendo los aceites y las impurezas. Por otro lado, la arcilla verde es una de las más conocidas; se suelen aplicar con la mano o con una brocha y se deja actuar unos minutos hasta que se endurezca por completo, siendo retirada con agua tibia o con una toalla mojada.
5. Mascarilla burbuja o ‘Bubble Mask’
Las mascarillas faciales bubble mask son lo más it del momento, un invento coreano fabricado con agua carbonatada, que aporta oxígeno al rostro. Cuando el producto se aplica sobre la piel se nota un leve cosquilleo y en cuestión de segundos pasa de ser una simple mascarilla a una espuma que aumenta sin control. Prometen limpiar los poros a fondo.
6. Mascarillas exfoliantes
Son mascarillas que incluyen pequeñas partículas que ayudan a exfoliar el rostro, arrastrando las impurezas y las pieles muertas. Se aplican en toda la cara y se masajea dando pequeños círculos para arrastrar esas impurezas, eliminándose con agua tibia. Notarás una piel increíblemente suave tras aplicarla.
7. Mascarillas efecto sauna
Nuestras últimas mascarillas faciales se llaman así por el efecto que provocan en el rostro. Una vez aplicadas provocan un efecto calor que abre y limpia en profundidad poros e impurezas. Ese cambio brusco de temperatura, también tiene un efecto relajante y anti estrés sobre la piel. Su aplicación es igual que cualquier mascarilla en crema y se retira con agua tibia o una toalla humedecida.
Recuerda que las mascarillas son un gran aliado para combatir problemas de la piel del rostro pero ten en cuenta que no es preciso aplicarlas siempre en toda la cara, es decir, cuando exista un problema específico en solo una región de la cara puedes hacer el tratamiento de manera localizada. Por ejemplo, si sufres de acné, pero solo se localiza en la frente y en la barbilla, no hace falta que apliques una mascarilla para el acné en toda la cara. Eso podría resecarte zonas que no necesitan resecarse. Otro tipo de mascarillas más generales como las hidratantes o las purificantes si es recomendable aplicarlas en la totalidad del rostro.
Así que cuéntanos, nos interesa tu opinión. ¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre mascarillas faciales? ¿Lo encuentras interesante? ¿Qué tipos de mascarillas conocías? ¿Usas algunas en tu rutina facial? ¡Estaremos encantados de leerte y compartir contigo!