La ausencia de una identificación clara de las causas, ha llevado a la aparición de muchos rumores y falsas creencias en torno a cómo surge el acné y la mejor manera de curarlo o aliviarlo. En la anterior entrega exponíamos a los lectores de Salud y Amistad una serie de mitos sobre el origen del acné. Proseguimos arrojando algo de luz sobre esta incómoda enfermedad tan frecuente durante la pubertad y a la que conviene poner remedio en los estadíos más leves para evitar un agravamiento de sus síntomas.
El bronceado de la piel y el acné
Existe una no probada creencia de que tomar el sol o el uso del solárium puede hacer que el acné disminuya. Lo cierto es que el bronceado de la piel puede disimular el aspecto de la piel rojiza o inflamada pero el acné seguirá presente. Además, debe tenerse en cuenta de que, en caso de presentarse inflamaciones e irritaciones de la piel, el bronceado sólo contribuirá a empeorar la situación y poner en riesgo la salud de una piel ya suficientemente castigada
El acné contagioso
El acné no se contagia de ninguna manera entre individuos. El hecho de que haya determinadas enfermedades de la piel que pueden contagiarse puede haber hecho que este rumor se extienda pero es totalmente falso.
El acné y el mal hábito de reventar los granos
Debe diferenciarse aquí los tratamientos dermatológicos y de limpieza facial llevados a cabo por profesionales, del mal y frecuente hábito de reventar los granos y espinillas mediante las que se manifiesta el acné. Una limpieza facial adecuada se hace con instrumentación y en condiciones higiénicas muy escrupulosas, de forma que el proceso final funcione como tratamiento paliativo del aspecto del acné. Este tipo de procedimientos, que pueden ser efectivos para mejorar la apariencia de la piel –no así para curar el acné- y evitar complicaciones, no puede ser comparado con el hecho de reventar granos y sacar espinillas de forma indiscriminada y sin la higiene adecuada y que, por supuesto, debe evitarse a riesgo de empeorar el acné y generar una mayor inflamación, infecciones y marcas en la piel.
Como puedes ver hay una considerable confusión en torno a al acné, sus causas y sus remedios. Ser conscientes de este tipo de errores frecuentes es muy importante si queremos tratar el acné de la mejor manera posible y evitar complicaciones para la salud de nuestra piel. El acné tiene cura y con el paso del tiempo puede tratarse tan sólo de un mal recuerdo. Sencillamente conviene estar adecuadamente informado y someterse a tratamientos efectivos, evitando este tipo de errores comunes. ¿Habías cometido alguno de estos errores? ¿Conoces alguna otra creencia falsa en torno al acné que te quieras compartir con nosotros?
Imagen: Caro y el brownie