Muchas de las relaciones de pareja se gestan en ambientes que suponen el contacto diario con la otra persona. Así, de las aulas de las universidades y de las oficinas de las empresas han surgido un sinfín de historias de amor. Sin embargo, son muchos los que afirman que mantener una relación con un compañero de trabajo es prácticamente imposible, más aún si ambas personas comparten, además, el mismo hogar.
Esta afirmación está basada en los mismos aspectos que defienden aquellos que creen que trabajar desde casa es un error y es que para todos ellos se necesita poder diferenciar espacios, para así poder desconectar la mente y de esta forma no trasladar las tensiones y los problemas del trabajo a la pareja, y viceversa. Pero, ¿realmente es imposible mantener una relación sentimental con alguien con quien compartimos además de nuestro amor nuestros intereses profesionales?
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¿Es posible compartir trabajo y relación de pareja?
Las pruebas nos dicen que no y es que es posible rastrear un gran número de parejas que se conocieron gracias a su trabajo y que aún a día de hoy mantienen la llama del amor tan viva como el primer día. El universo cinematográfico es el que más ejemplos puede proporcionarnos y es que los actores y las actrices tienden a emparejarse entre ellos pues no son muchos los que entienden y están dispuestos a seguir su ritmo de vida.
Blake Lively y Ryan Reynolds, Joshua Dalas y Ginnifer Goodwin, Kurt Russell y Goldie Hawn, Daniel Craig y Rachel Weisz, Tom Hanks y Rita Wilson o los españoles Javier Bardem y Penélope Cruz encabezan una lista que podría hacerse eterna. Sí, es cierto, también hay sonadas rupturas como las de Angelina Jolie y Brad Pitt o la de Ryan Gosling y Rachel McAdams pero es que compartir oficio tampoco garantiza el éxito de una relación.
En la pequeña pantalla tampoco nos faltan ejemplos aunque sin duda el más conocido de nuestro país es de los periodistas Ana Pastor y Antonio García Ferreras. Hasta en un mundo tan sacrificado como el del póker encontramos parejas que se conocieron compartiendo tapete y que aún a día de hoy continúan juntos a pesar de tener que enfrentarse cara a cara en diferentes competiciones.
4 Consejos para compaginar ambas facetas
Todas estas parejas nos confirman que trabajo y amor pueden ir de la mano si encontramos la forma correcta y equilibrada de hacerlo posible. La receta mágica para combinar ambas facetas de nuestra vida podría basarse en las siguientes normas:
1. Establece límites
Es primordial marcar unas normas entre ambos en las que se deje claro que todo lo que pertenezca al mundo laboral se queda en la oficina. Compartir trabajo significa compartir la misma carga de estrés, por lo que en este caso no existe un integrante de la pareja ajeno al problema que pueda ayudarnos a mitigar ese agobio. Por este motivo es muy importante que esa ansiedad no se traslade al hogar ya que haría mella en la relación de pareja y terminaría por romperla.
2. Reivindicar un espacio personal propio
¿Cuántas veces llegamos a casa y lo que más nos apetece es sentarnos en el sofá a ver la tele y no hablar con nadie? Tener la confianza con nuestra pareja para poder hacer esto es una de las claves sobre las que pivota el éxito en las relaciones, más aún en aquellas en las que no se distingue un espacio exclusivo en el que estar con nuestra pareja.
Es por este motivo por el cual es importante que ambos entiendan que cada uno necesita un tiempo para estar solo o con otras personas. Es decir, que el café de media mañana no tiene por qué tomarse siempre juntos, sino que es recomendable que ambos establezcáis lazos de unión con otros compañeros.
Además, muchos expertos recomiendan que durante la jornada laboral la relación sea única y exclusivamente de compañeros de trabajo, de tal forma que las muestras de cariño más personales estarían reservadas para un ambiente más íntimo y personal, lo que ayuda a separar espacios y emociones.
3. Deja de lado la competitividad y no seas rencoroso/a
Es habitual que en un ambiente laboral, sobre todo en las empresas privadas, exista cierto afán por ser mejor que el resto de compañeros. Cuando tu pareja es uno de estos compañeros puede suponer un riesgo ya que se pueden dar situaciones incómodas y estresantes que terminan por traspasar las paredes del hogar y acaban por pasar factura a la relación. Mantener una actitud de apoyo y colaboración con nuestra pareja en el trabajo nos ayudará a crear un clima laboral agradable y además aumentará la confianza mutua.
4. Planifica el tiempo
Saber distribuir las horas que le dedicamos a la familia y al trabajo parece más sencillo de lo que realmente es. Si en vuestro caso resulta que compartís el mismo trabajo esto se vuelve todavía más complicado ya que en ocasiones el estar 8 horas al día juntos puede provocar que al terminar estéis saturados de estar uno con el otro.
Para ello es recomendable planificar el tiempo que os queda fuera del trabajo, de tal forma que podáis organizar actividades para pasar tiempo juntos y en pareja y otras en las que cada uno explore sus propios intereses por separo o en compañía de amigos o familiares.
En conclusión, para poder llevar a buen puerto una relación sentimental en la que ambos compartís trabajo es imprescindible saber compaginar y diferenciar ambas facetas de vuestra vida. Es evidente que os llevará un tiempo acostumbraros a esta nueva situación pero si tenéis claros los límites de qué se queda en casa y qué en la oficina no habrá nada que pueda pararos.