Pocos alimentos son tan usados como el ajo. Natural, en polvo, el salsas… por su fuerte sabor este condimento es de los más populares del mundo. Sin embargo, aportar sabor a nuestras comidas no es su única función y, según múltiples estudios, su consumo puede traer importantes beneficios para nuestro bienestar. En Salud y Amistad te contamos más sobre los beneficios del ajo.
Índice
¿Qué es el ajo?
Se dice que en la Antigua Grecia, el ajo, un remedio milenario, era recetado por Hipócrates, físico y padre de la medicina, como cura para diversas enfermedades. Su uso fue también documentado por todas la grandes civilizaciones, entre las que se incluyen los egipcios, los babilonios, los griegos, los romanos y los chinos.
De aquí proviene que muchos lo llamen el «superalimento», por sus múltiples propiedades.
Este condimento, usado para potenciar el sabor de las comidas de todo el mundo, pertenece a la familia de las Liliáceas. Nace en la base de la planta y, aunque por fuera parece un capullo, por dentro pueden contener muchos trozos, llamados dientes.
Aunque es frecuente conseguirlo en supermercados, por sus sustancias azufradas, posee efectos medicinales que lo convierten en más que un alimento.
Variedades del ajo
Es probable que cuando pienses en el ajo, llegue a tu cabeza la imagen de un pequeño capullo blanco o morado, sus variedades más comunes. Sin embargo, no son las únicas. De hecho, es precisamente por su color que obtiene diversas clasificaciones.
El más popular es, si duda, el ajo blanco. Contiene múltiples dientes, y aunque su sabor es fuerte en comparación con otros condimentos, es suave con respecto a otros tipos de ajos. Se conserva muy bien, y es usado, sobre todo, es salteados.
Los beneficios del ajo se potencian con su fermentación, y el ajo negro es la prueba de ello. Esta variedad del ajo se obtiene luego de envejecer, durante un mes, al ajo blanco, en un proceso especial realizado a temperaturas altas. Así se cambia su color a uno más oscuro, su textura se hace más suave y su sabor más peculiar.
Los más fuertes en sabor son el ajo rosa y el ajo violeta. Aunque son cosechados en meses diferentes del año, son similares por su gusto fuerte. El ajo morado, al contrario, es de sabor muy suave, aunque picante. Madura antes que los ajos blancos y suele ser más grande, pero se conservan por menos tiempo.
Finalmente, tenemos el ajo castaño, tan suave como el morado, y el ajo colorado, tan fuerte como el violeta. Ambos son usados, frecuentemente, en salteados, guisos o ensaladas.
10 Beneficios del ajo
Sabor y salud en un condimento. Cuando se pica, machaca o se mastica un diente de ajo, este produce alicina, un compuesto del azufre. Este componente, además, de darle al ajo su olor característico, es el que trae múltiples beneficios a la salud, de acuerdo con diversos estudios:
1. Más nutrición, menos calorías
El ajo tiene diversos nutrientes: manganeso, vitamina B6, vitamina C, selenio, fibra e importantes cantidades de calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1. Sin embargo, tiene, en contraste, muy pocos carbohidratos, lo que lo convierte en un gran aliado para que te alimentes mejor sin engordar.
2. Antioxidantes vs Alzheimer
La oxidación causada por los radicales libres contribuye con el proceso de envejecimiento. Sin embargo, el ajo tiene muchos antioxidantes que protegen al cuerpo de la oxidación. Su protección contra el daño celular puede ayudar a prevenir enfermedades cerebrales comunes como el Alzheimer y la demencia.
3. Menos colesterol
El ajo es usado como uno de los remedios caseros para limpiar las arterias y disminuir el colesterol total. Esto se debe a que tiene un efecto reductor en el colesterol malo. Estudios han comprobado que pueden bajar los niveles de este tipo de colesterol hasta en un 15%. Sin embargo, no ayuda a disminuir los triglicéridos.
4. Un corazón más sano
Su contribución con las disminución del colesterol malo tiene efectos positivos en el sistema circulatorio. Diversos estudios han comprobado que su consumo puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
5. Reduce la presión sanguínea
El ajo puede ser muy útil para las personas que sufren de hipertensión. Estudios han comprobado que el extracto de ajo envejecido, en dosis de 600-1500 mg, es tan eficaz como el medicamento Atenolol, para reducir la presión sanguínea. No obstante, para obtener los efectos deseados, la cantidad de alicina necesaria equivale a cerca de cuatro dientes de ajo al día.
6. Combate el resfriado
Si te resfrías con frecuencia, añadir ajo a tu dieta puede ser bueno para tu salud. Entre los beneficios del ajo se encuentra su importante acción contra enfermedades como la gripe o el refriado común. Estudios han comprobado que puede disminuir hasta en 60% los síntomas y contribuir a una cura más rápida.
7. Desintoxica el cuerpo de los metales pesados
Los compuestos del azufre contenidos en el ajo contrarrestan la toxicidad de los metales pesados en el cuerpo. Un estudio de cuatro semanas realizado a empleados de una fábrica de baterías de coche (con constante y excesiva exposición al plomo) reveló que el ajo disminuía los niveles de plomo en la sangre en un 19%. Tres dosis de ajo al día superaron los efectos del medicamento D-penicilamina en la reducción de síntomas de toxicidad.
8. Huesos más fuertes
El consumo de ajo puede ser bueno para la salud ósea de mujeres. Estudios han comprobado que puede elevar los niveles de estrógeno, minimizando la pérdida ósea y la óseoartritis.
9. Reduce el cansancio
En la Antigua Grecia se suministraba ajo a los atletas olímpicos para reducir su fatiga y mejorar su rendimiento. Se dice también que las civilizaciones antiguas lo usaban para mejorar la capacidad laboral de sus trabajadores. Aunque estudios han comprobado que, en efecto, el ajo reduce el cansancio, no hay resultados concluyentes sobre la mejora del rendimiento físico.
10. Cura heridas
El ajo es antibacterial y fungicida, por eso es uno de los más populares remedios naturales para las heridas. Se ha demostrado que la alicina presente en el ajo es tan eficaz como una solución de penicilina al 1%.
Contraindicaciones del ajo
Aunque el ajo proporciona múltiples beneficios para la salud, además de un rico sabor a las comidas, su uso no está exento de contraindicaciones. Uno de los más importantes es su efecto anticoagulante. Usado de la manera correcta puede ser bueno para el tratamiento de enfermedades circulatorias, pero en exceso puede aumentar en efecto de medicamentos anticoagulantes y producir riesgo de sangrado o hemorragia.
Ocurre algo similar en el tratamiento de la tensión. Aunque los efectos del ajo sobre la presión alta son positivos, su efecto vasodilatador puede ser perjudicial para los pacientes con presión baja. No obstante, los principios del ajo disminuyen durante la cocción, por lo que su consumo en salteados no debería ser preocupante.
Por último, aunque su uso en la preparación de alimentos es muy popular, puede producir efectos adversos en personas con estómagos sensibles, como acidez, flatulencias o, incluso, vómitos o diarrea.
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