Los aditivos antibacterianos son sustancias que se añaden a diversos productos con el objetivo de inhibir el crecimiento y la propagación de bacterias. Estos aditivos desempeñan un papel importante en nuestra sociedad moderna, ya que pueden proporcionar beneficios significativos en términos de higiene y salud. En este texto, exploraremos el tema de los aditivos antibacterianos, analizando sus usos y beneficios.
Entonces, ¿qué función tiene un aditivo antibacteriano?
Un aditivo antibacteriano se define como algo que puede resistir, inhibir y prevenir el crecimiento de microbios, incluidas bacterias y moho.
Los laboratorios Argenol ha aprovechado las propiedades de los materiales antimicrobianos, también conocidos como «ingredientes activos», y los ha formulado en una gama de aditivos antimicrobianos.
Integrado en una superficie durante el proceso de fabricación, un aditivo abarca un activo antimicrobiano específico, como la tecnología de iones de plata, y se puede formular en un polvo concentrado, suspensión líquida o gránulos de masterbatch según el material objetivo y el proceso de fabricación.
Una vez infundido en un producto, el aditivo antimicrobiano trabajará continuamente para hacer que el producto sea más higiénico, minimizando el potencial de contaminación cruzada y extendiendo la vida útil funcional del producto.
Gracias a los aditivos antibacterianos se pueden producir sólidos con principios activos que acaban con las bacterias. Los materiales incluyen plásticos, revestimientos, textiles, papel, cerámica. Los ingredientes activos pueden matar gérmenes y absorber olores.
Los aditivos antimicrobianos son ingredientes activos que se utilizan para mejorar el rendimiento de los materiales al inhibir el crecimiento de microbios como bacterias, algas, hongos, virus, etc. Estos aditivos funcionan a nivel celular al alterar continuamente la membrana celular del ADN de microorganismos como bacterias, mohos, hongos y virus. Crean un ambiente inhóspito para los microorganismos, previniendo e inhibiendo así su crecimiento.
Los aditivos antimicrobianos se incorporan a diversos materiales durante el proceso de fabricación o procesamiento.. Por ejemplo, plásticos, textiles, polímeros, pinturas y revestimientos, cerámica, caucho, etc. Estos aditivos se clasifican como aditivos antimicrobianos orgánicos o inorgánicos. Los aditivos antimicrobianos inorgánicos son aditivos de iones de nano metales, estos compuestos se basan principalmente en plata (Ag), cobre (Cu).
Beneficios de los aditivos antibacterianos
Los ingredientes antimicrobianos funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana para reducir los niveles de microbios hasta en un 99,99 %. Asegurando a los usuarios finales que su producto está permanentemente protegido y, por lo tanto, es menos probable que albergue microorganismos dañinos.
La capacidad de la tecnología para minimizar la colonización microbiana también reduce la posibilidad de manchas y olores desagradables, lo que significa que un producto protegido se mantendrá más fresco durante más tiempo y tendrá un ciclo de vida funcional más prolongado, lo que ofrece una importante relación coste-beneficio para el consumidor. Los aditivos de iones de plata no se desgastan ni se filtran de la superficie en la que se fabrican, lo que los hace seguros para usar en una variedad de productos, como juguetes para bebés, electrodomésticos de cocina y accesorios de baño.
Los aditivos con propiedades antimicrobianas están ampliamente disponibles de los fabricantes de aditivos y ofrecen múltiples propiedades que pueden mejorar el rendimiento en aplicaciones específicas. Los aditivos antimicrobianos son una forma de construir otra capa de defensa.
1. Aplicaciones de salud
La industria de la salud consume una gran cantidad de productos antimicrobianos. Los hospitales han utilizado materiales impregnados con antimicrobianos para combatir las infecciones hospitalarias como parte de un programa de control de infecciones más completo. Se espera que esa demanda aumente a medida que se endurezcan las regulaciones del producto. Un material que inhibe los microbios otorga una ventaja obvia en productos médicos donde la eficacia a menudo depende de la esterilidad.
2. Conservación de alimentos
Los microbios presentan una amenaza inherente a la calidad y seguridad de nuestros alimentos. El deterioro de los alimentos está directamente relacionado con la contaminación y proliferación microbiana. Si bien es posible incorporar componentes antimicrobianos en los alimentos, los aditivos antimicrobianos brindan un control confiable sobre los microorganismos cuando se usan en envases, películas y contenedores de plástico. Los antimicrobianos pueden disminuir la reproducción de hongos y bacterias al crear un ambiente hostil a la replicación, pero sin alteración del sabor.
3. Ampliación de la vida útil
Las bacterias, los hongos o las algas pueden inutilizar el material de diferentes maneras. Los productos pueden sufrir fallas mecánicas completas debido a la degradación enzimática, o pueden adquirir un mal olor debido a los subproductos microbianos. Los aditivos antimicrobianos pueden atacar organismos específicos, protegiendo la función de los diferentes materiales en una amplia variedad de aplicaciones.
4. Combatir la resistencia a los antimicrobianos
Los materiales tratados con aditivos antimicrobianos ofrecen un método indirecto para combatir la AMR (Antimicrobiano) simplemente reduciendo la probabilidad de contraer una infección por los productos plásticos. Si la integración de un aditivo antimicrobiano puede disminuir las tasas de infección, puede prevenir el uso de antibióticos y reducir el riesgo de desarrollar microbios resistentes.