Muchas personas ponen como excusa para no hacer ejercicio que les duele la espalda. Otras, aun sabiendo que el ejercicio puede ayudar a aliviar ese dolor -sí, puede- no hacen los ejercicios de forma correcta o se dedican a las disciplina más agresivas para ese dolor.
El ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor de espalda y también a prevenirlo. Una musculatura fuerte y una postura correcta son algunas de las claves para prevenir el dolor de espalda y para no empeorarlo si aparece.
Dónde y por qué duele la espalda
Antes de determinar qué ejercicio es adecuado para el dolor de espalda hay que determinar dónde duele y por qué. Localizar el dolor es la parte más sencilla, evidentemente. Lo que ya no es tan fácil es averiguar por qué duele.
Un dolor de espalda generalizado puede deberse a muchas causas. Si este dolor es continuo y persistente el afectado debería acudir a un especialista, ya que detrás puede haber diversidad de condiciones, como lesiones o pequeñas malformaciones.
Lo que es más común es el dolor localizado, especialmente en la parte alta (zona de los hombros y/o cuello) o en la parte baja (zona lumbar). Los malos hábitos posturales o una vida sedentaria suelen motivar estos dolores. La sobrecarga muscular por exceso de esfuerzo es otro motivo que puede provocar estos dolores. Todas estas causas se pueden paliar con ejercicio y se pueden modificar para evitar y atenuar el dolor.
Dolor de espalda por sedentarismo y mala postura
Estar demasiado tiempo sentado provoca terribles dolores de espalda. Esto se debe principalmente a un problema postural. Fortaleciendo los músculos se puede conseguir una mejor postura y una mayor consciencia de cómo colocarse y por qué.
Además, la falta de movilidad hace que los músculos se engarroten, perdiendo flexibilidad y movilidad, lo que puede hacer que los movimientos sean más pesados y torpes.
Las personas que pasan mucho tiempo sentada deberían levantarse con frecuencia, preferiblemente cada 30 minutos, caminar un poco y estirar las piernas. Esto no solo mejorará sus dolores físicos, sino que les permitirá refrescar tu mente y mejorar su circulación. Además, es muy recomendable que caminen al menos una hora diaria, preferiblemente seguida o en fracciones de 20-30 minutos.
Si aun así sientes dolores o realizan una actividad en la que tiendan a tensar los brazos o los hombros, estas personas deberían realizar ejercicios de tonificación para reforzar su musculatura y ser capaces de mantener mejor la postura correcta.
Dolor de espalda por sobrecarga
La espalda también puede doler por sobrecarga derivada de actividades físicas. Las personas que tienen mucha actividad piensan que no necesitan hacer más ejercicio. Sin embargo, es todo lo contrario. Estas personas deben hacer ejercicios de tonificación e incluso musculación para estar más fuertes y poder ser más eficientes en sus movimientos. Unos brazos y unas piernas fuertes quitan mucha carga a la espalda, que tiene que compensar las deficiencias que estos presentan.
Dolor de espalda por sobrepeso
El sobrepeso es otro de los problemas que están detrás del dolor de espalda. Un abdomen prominente favorece la excesiva curvatura de la zona lumbar, al igual que el exceso de peso en la parte superior del tronco.
La obesidad también dificultan los movimientos eficientes, ya que el cuerpo tiene que modificar la manera de moverse para adaptarse al volumen corporal.
En estos casos, el ejercicio no solo ayuda a bajar de peso, sino que ayuda a fortalecer y compensar los músculos que se ven forzados por las circunstancias corporales.
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