En los últimos años, la importancia de aprender un idioma ha aumentado considerablemente debido a la exigencia cada vez mayor de conocer otras lenguas para un puesto de trabajo. En un mundo cada vez más globalizado, cada vez es más frecuente trabajar en ambientes completamente internacionales en los que la primera lengua utilizada es el inglés. También, la existencia de sedes de multinacionales en los países más importantes del mundo, obliga a que los empleados viajen y tengan que trabajar en algún idioma extranjero.
Pero conocer idiomas no sólo reporta beneficios a nivel profesional, sino que también lo hace a nivel personal. Y es que posibilita viajar a cualquier parte del mundo conociendo a su gente y su cultura y también reporta beneficios como el aumento de la habilidad cognitiva, mejora tu lengua materna e incluso ayuda a mejorar la memoria.
Aprender gracias a las nuevas tecnologías
El gran avance de las nuevas tecnologías ha hecho posible que tener acceso a internet, aplicaciones y mensajería instantánea sea algo que ya esté al alcance de todos y desde cualquier lugar que nos encontremos. La mejora del software de los dispositivos ha hecho posible que las aplicaciones para móvil o Tablet sean cada vez más sofisticadas y gracias a las mismas podamos ver vídeos y películas, hacer ejercicios diarios o jugar a través de nuestro smartphone. También en la red podemos encontrar web con ejercicios tipo examen para reforzar un idioma o profesores particulares online para hablar a través de Skype.
Internacionalmente, la lengua más hablada es el inglés y por este motivo en ocasiones, encontrar profesores particulares de francés, alemán, portugués o italiano en determinadas ciudades no es tarea fácil y gracias a las plataformas de clases particulares a través de videoconferencia, esta barrera ya está salvada.
Practicar viajando
La cada vez más amplia oferta de vuelos a muy bajo precio a todas las partes del mundo, buscadores de hoteles de excelentes características y la gran cantidad de información existente en la red han hecho que viajar deje de ser un lujo, para convertirse en una afición al alcance de todos. Y si hay algo que reporta verdadera satisfacción, es practicar la lengua aprendida viajando. Viajar enriquece al que lo hace y si es conociendo su cultura y sus gentes en profundidad el beneficio es aún mayor. Pero en la mayoría de los casos esto solo es posible conociendo su lengua, principalmente en países menos desarrollados donde la mayor parte de su población desconocen incluso el inglés. Quizá este sea uno de los motivos por los cuales cada vez son más los que encuentran viajar como una inversión en sí mismos, como si de algo material se tratara; convirtiéndose en algunos casos en un auténtico vicio.