Ingerir las proteínas antes que los carbohidratos en las comidas -justo al revés de lo que normalmente se acostumbra- puede reducir los niveles de glucosa en sangre. Así lo asegura un estudio realizado por investigadores del Weill Cornell Medical College, en la ciudad de Nueva York, Nueva York. Este estudio encontró que el orden en que se consumen los diferentes tipos de alimentos tiene un impacto significativo sobre los niveles de glucosa e insulina después de las comidas en las personas obesas.
Para las personas con diabetes tipo 2 es importante mantener los niveles normales de glucosa después de comer, porque los picos en los niveles de azúcar en la sangre suponen un mayor riesgo de complicaciones, incluyendo el endurecimiento de las arterias y las enfermedades del corazón (condiciones que pueden ser letales).
Algunos estudios previos habían encontrado que el consumo de verduras o proteínas antes de los carbohidratos podrían ser una forma efectiva de reducir los niveles de glucosa después de las comidas. Los investigadores responsables del nuevo estudio querían ver si esta asociación se aplica a la dieta occidental típica, en la que las comidas consisten en una mezcla de verduras, carbohidratos, proteínas y grasas.
En el estudio, 11 pacientes con obesidad y diabetes tipo 2 que tomaban metformina (un medicamento que ayuda a controlar los niveles de glucosa) comieron la misma comida en diferentes órdenes con una semana de diferencia, por lo que los investigadores pudieron observar cómo se vieron afectados sus niveles de glucosa.
El menú del día consistía en pan blanco, zumo de naranja, pechuga de pollo, ensalada de lechuga y tomate con aderezo bajo en grasa y brócoli al vapor con mantequilla.
Niveles de glucosa e insulina más bajos tomando los carbohidratos al final
Los investigadores primero midieron los niveles de glucosa de los pacientes por la mañana, 12 horas después de comer. En el primer día del estudio, a los participantes se les dijo a consumieran los carbohidratos (pan y zumo de naranja) en primer lugar, y que a los 15 minutos tomaran las proteína, vegetales y las grasas. Los niveles de glucosa de los participantes fueron revisados 30, 60 y 120 minutos después de comer.
El experimento se repitió una semana más tarde, pero esta vez con el orden de los alimentos a la inversa, tomando primero las proteínas, verduras y grasas y tomando los hidratos de carbono 15 minutos más tarde.
Los investigadores encontraron que cuando las verduras y proteínas se comían antes que los hidratos de carbono los niveles de glucosa fueron un 29%, 37% y 17% más bajos a los 30, 60 y 120 minutos , en comparación a cuando los carbohidratos se consumen primero. Además, se encontró que la insulina era significativamente menor cuando los participantes comieron verduras y proteínas primero.
En base a este hallazgo, los investigadores sugieren a los médicos que, en vez de recomendar a sus pacientes que no coman carbohidratos, que les aconsejen tomarlos al final de la comida.
Aunque los investigadores reconocen que este trabajo requiere seguimiento, creen que los resultados son alentadores, ya que los pacientes con diabetes tipo 2 podrían ser capaces de reducir los niveles de glucosa en sangre con un simple cambio de hábitos alimenticios basado en el orden de la ingestión de los alimentos, y no en la eliminación de lo que algo que les gusta (y mucho).
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