De los errores se aprende, pero ¿pueden estos errores resultar gratificantes para quien los comete? Un estudio de la Universidad de California del Sur (USC) dice que sí. Este estudio ha demostrado a través de resonancias magnéticas que el fracaso es una experiencia gratificante cuando el cerebro tiene la oportunidad de aprender de los errores.
A continuación te explicamos las diferentes formas en las que aprende el cerebro y por qué el error no siempre es asumido como algo negativo sino como una oportunidad positiva y gratificante.
¿Es el fracaso el mejor maestro?
Muchos líderes políticos, científicos, educadores y padres creen que el fracaso es el mejor maestro.
El cerebro humano aprende de dos maneras: evitando el error o a través de la recompensa cuando alguien obtiene la respuesta correcta.
Los científicos han encontrado que cometer un error puede ser gratificante siempre que el cerebro tanga la oportunidad de aprender de sus errores y evaluar sus opciones.
¿Cómo aprende el cerebro?
Uno de ellos es el aprendizaje de evitación, que es una experiencia de castigo, un forma negativa que entrena al cerebro para evitar la repetición de errores. El otro es el aprendizaje basado en la recompensa, una experiencia positiva, en el que el cerebro se siente recompensado por llegar a la respuesta correcta.
Este nuevo estudio de resonancia magnética realizado por la USC y un grupo de investigadores internacionales ha encontrado que el tener la oportunidad de aprender del fracaso, éste puede convertirse en una experiencia positiva si el cerebro tiene la oportunidad de aprender de sus errores.
Según los investigadores, ellos han demostrado «en determinadas circunstancias, cuando conseguimos suficiente información para contextualizar las elecciones, entonces nuestro cerebro alcanza esencialmente el mecanismo de refuerzo, en vez de girar hacia la evasión».
Recompensa, castigo y aprendizaje
Para el estudio, los investigadores investigaron a 28 sujetos de unos 26 años de edad. Les hicieron una serie de preguntas en las que les desafiaban a maximizar sus ganancias al ofrecer las respuestas correctas. Si elegían la respuesta incorrecta perdían dinero, mientras que las respuestas correctas les ayudaban a ganar dinero.
En esa tercera ronda, los participantes respondieron positivamente, la activación de las áreas en el cerebro que algunos científicos llaman el circuito de recompensa – o cuerpo estriado ventral-. Esta experiencia imitaba la respuesta de aprendizaje basado en recompensa del cerebro en lugar de una respuesta de aprendizaje por evitación,una experiencia que involucra diferentes partes del cerebro -las que comprenden el ínsula anterior-. Los investigadores dijeron que este proceso es similar a lo que ocurre con las experiencias del cerebro cuando se siente remordimiento.
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