Discutir con los amigos, con la pareja o con otra persona con la que se tiene una relación de afecto es muy desagradable, sobre todo cuando la discusión es por un tema absurdo. Muchas veces, lo que comienza como una conversación normal y tranquila se convierte en una verdadera confusión en la que llega incluso a perderse el tema principal del que se hablaba.
No estar de acuerdo en algo es completamente normal, y discutir forma parte natural del desarrollo del vínculo de amistad que nos une a las personas, nos permite conocernos y también aprender a tratarnos.
Pero, para ello, es necesario saber discutir, haciendo que el diálogo no sobrepase ciertos límites. Cualquier discusión debería ayudarnos a acercarnos más al otro. No se trata de convencer al otro de que lo propio es mejor. Cada situación es diferente, pero, en el fondo, la relación debería prevalecer ante todo.
Para ello, vamos a ver una serie de consejos para discutir con otra persona de manera sana, enriquecedora y que fortalezca los vínculos.
Respetarse
Antes de decir algo de lo que puedas arrepentirte, piénsalo bien. Ten en cuenta que el respeto es la base de cualquier relación. Céntrate en el tema del debate, y no entres en el terreno personal, ni personalices. Evita estereotipos, pensar por el otro y ridiculizarle.
Céntrate en lo que ha pasado, en lo que te molesta. Ten en cuenta que al otro puede haberlo molestado algo también, o le puede haber ocurrido algo que no sabes.
Ponerse en el lugar del otro
No somos el centro del universo. Sin embargo, cada uno es el centro de su mundo, con sus problemas, sus necesidades, sus dificultades y sus sueños.
Antes de discutir, de enfadarte, de reprocharle algo al otro, escúchale y ponte en su lugar. ¿Qué hubieras hecho tú? Solo así podrás entender qué ha pasado y podrás plantear una solución que considere la situación de ambos.
En las discusiones, piensa que el otro tiene su propia vida, sus experiencias, y que tomar decisiones no es lo mismo para él/ella que para ti.
Dejarlo cuando se llegue a un punto complicado
Algunas discusiones llegan a un punto donde se puede detectar que la conversación, lejos de mejorar, va a complicarse cada vez más. Antes de seguir por un camino escarpado que no llega a ningún sitio, es mejor dejar la conversación y cambiar de tema.
Y si las discusiones son frecuentes….
Hay gente a la que le encante pasarse el día discutiendo porque tienen la necesidad de llevar siempre la razón, de sentirse mejor que los otros. Pero este tipo de personas tóxicas no aportan nada, la relación con ellas es desagradable y desgasta.
El objetivo principal de cualquier relación debería ser el enriquecimiento mutuo. Si esto no se da, seguir con esa relación no tiene sentido ninguno.
En el artículo Comportamientos tóxicos que alejan a la gente de ti aprenderás más sobre cómo relacionarte con los demás de manera saludable, evitando algunas actitudes muy molestas hacia los demás.