Es una costumbre habitual tomar la fruta de postre, tanto en la comida como en la cena. Sin embargo, este no es el mejor momento para tomarla, especialmente si se toma después de cenar.
Entonces, ¿cuál es el mejor momento para comer fruta? ¿Por qué no debemos tomar la fruta despuésd e comer y, especialmente, después de cenar? Lo vemos a continuación.
Tomar la fruta después de las comidas no es lo más apropiado
Si tomamos las frutas después de las comidas, la mayoría de su nutrientes se perderán durante la digestión, ya que permanecerán mucho tiempo en el estómago, donde fermentarán. Esta fermentación es la culpable de que se ralentice la digestión, lo que hace que a muchas personas les siente mal comer fruta tras las comidas, especialmente tras las comidas copiosas. y a muchas personas les pueda llegar a sentar mal comer la fruta después de comer.
¿Es mejor tomar la fruta antes de comer?
Muchas personas defienden que comer la fruta antes de las comidas es mucho mejor que comerlas después, puesto que las frutas son saciantes, lo cual nos permite comer menos. Esto nos ayudará a bajar de peso.
Pero igualmente esa fruta estará en el estómago a la hora de digerir la comida, con lo cual estamos en las mismas que antes. Tal vez la diferencia estribe en que, si hemos comido menos, la digestión sea más ligera y se pierdan menos nutrientes.
Los mejores momentos para comer fruta durante el día
Las frutas son ricas en fructuosa, un azúcar que el cuerpo convierte en glucosa y energía. Si no quemamos esta glucosa, esta se acumulará en el organismo en forma de grasa. Por eso, lo mejor es tomar la fruta en las horas centrales del día.
Tomar fruta en el desayuno es muy recomendable para empezar la mañana con fuerzas, ya que el metabolismo trabaja más rápido, por lo que las calorías provenientes de la fructosa se queman más rápido (sin acumularse en forma de grasa). Además, al acelerar el metabolismo, es más fácil quemar grasas durante la actividad del día.
Esto está bien. Sin embargo, hay dos momentos aún mejores para comer fruta: a media mañana y a media tarde.
A media mañana todos solemos necesitar un extra de energía. Comer la fruta a media mañana nos permite obtener energía rápidamente y obtener un efecto saciante que nos permitirá llegar a la hora de comer sin ansia. Al estar el estómago vacío, la fruta no fermentará y se digerirá rápido, por lo que aprovecharemos al máximo sus nutrientes.
A media tarde es también buen momento. Comer fruta para merendar es buena idea para aguantar el tirón antes de la cena y conseguir un aporte extra de energía de rápida utilización si todavía nos quedan cosas por hacer.
Por qué no es recomendable tomar fruta después de cenar
Como hemos dicho ya, la fructurosa se convierte en glucosa, y toda la glucosa no quemada se acumula en en forma de grasa. Por la noche no vas a quemar toda esa energía.
Además, como el metabolismo se ralentiza por la noche, la digestión va a ser mucho más pesada.
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