La clorofila es un compuesto químicos fundamental de las plantas que, además de darles su bonito color verde, está involucrada en la nutrición de las plantas debido a que participa, junto con la luz, en el proceso de fotosíntesis.
La clorofila tiene muchos beneficios para la salud. La clorofila activa el metabolismo celular, desintoxica el organismo, mejora la capacidad regeneradora de las células, potencia el sistema inmunológico, estimula la formación de glóbulos rojos, mejora nuestra circulación sanguínea, previene la anemia, ayuda a cicatrizar las heridas, depura la sangre, frena las infecciones y previene el cáncer, entre otros muchos beneficios.
Clorofila, la «sangre verde»
Curiosamente, la estructura molecular de la clorofila es muy parecida a la de la sangre. De ahí que conozca también como la «sangre verde» o «sangre de las plantas».
La hemoporfirina, precursor de la hemoglobina, responsable del color rojo de la sangre y de transportar el oxígeno, tiene una estructura muy similar a la de la clorofila, la encargada de nutrir las plantas. La única diferencia entre ambas es su átomo central: la clorofila tiene un ión de magnesio en lugar de hierro. De hecho, si los vegetales, especialmente lo de hoja verde son tan ricos en magnesio es precisamente por eso.
4 razones para tomar clorofila
Las principales razones para aumentar el consumo de clorofila en la dieta son las siguientes:
#1 – La clorofila oxigena y desintoxica el organismo
La clorofila ayuda a oxigenar la sangre y aumenta su producción. La principal función de la hemoglobina es transportar el oxígeno. Por lo tanto, aumentando su consumo se favorece la oxigenación de las células, lo que beneficia a todos nuestros órganos.
Esta abundancia de oxígeno también influye positivamente en la desintoxicación del organismo. De hecho, ayuda a prevenir los efectos nocivos de la radiación. La clorofila también es capaz de unirse con los metales pesados de las células y contribuir a su eliminación. También ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.
Por otra parte, la clorofila ayuda a limpiar el colon y favorece la proliferación de la flora bacteriana intestinal. Esto hace de este compuesto un importante aliado para prevenir enfermedades como el cáncer.
#2 – La clorofila mejora el sistema digestivo
Además del colón, la clorofila beneficia a todo el sistema digestivo, y tiene efectos muy positivos sobre el hígado, el estómago y la vesícula, ya que ayuda a descomponer los temidos cálculos -foramdos por el exceso de ácido en el organismo- para facilitar su eliminación.
Por otra parte, la clorofila favorece la digestión por su gran aporte de enzimas, y ayuda a prevenir problemas estomacales, entre ellos, el mal aliento. También deodoriza las heces fecales y favorece la cicatriza las pequeñas ulceraciones. .
La clorofila también ayuda a mejorar la función del hígado, así como a depurarlo y desintoxicarlo.
#3 – La clorofila fortalece el sistema inmunológico
La aumentar el volumen de oxígeno en la sangre, la clorofila contribuye que ciertas bacterias, las que no prosperar en presencia de oxígeno, no puedan desarrollarse. También se lo pone difícil a aquellas que prosperan en ambientes alcalinos, puesto que la clorofila es un catalizador de la sangre muy potente. Todo esto hace de la clorofila un potente aliado del sistema inmunológico.
Otras bacterias se ven favorecidas con ambientes alcalinos pero, debido a que la clorofila es un potente alcalinizador de la sangre, este tipo de bacterias no encontrarán un ambiente propicio para desarrollarse. De estas propiedades se desprende que la clorofila funciona como un gran fortalecedor del sistema inmunológico.
#4 – La clorofila es un potente antiinflamatorio y antioxidante
Además de ser un potente desintoxicante, gracias a su alto contenido en vitaminas A, E y C, la clorofila se convierten en un potente antioxidante y un antiinflamatorio muy efectivo. Esto hace que la clorofila sea un aliado muy interesante a tener en cuenta para prevenir y tratar muchos tipos de enfermedades.
Dónde se encuentra la clorofila
Los vegetales, especialmente los de hojas verdes, son los principales alimentos que contienen clorofila, entre los que destacan las espinacas, las acelgas, la achicoria, la rúcula, la lechuga, el brócoli, el perejil, el cilantro y la menta. Mientras más oscura y amarga la hoja, más clorofila contendrá el vegetal y, por tanto, más nutritivo resultará.
También se puede consumir la clorofila en forma suplementos, incluida de forma líquida.
Si te gustó este artículo, no te pierdas este: ¿Conoces los beneficios de la alfalfa para la salud?.