La disfunción eréctil es una disfunción sexual que se caracteriza por la incapacidad de mantener el pene erecto el tiempo suficiente para tener una relación sexual. La disfunción eréctil puede presentarse de maneras muy diferentes (por ejemplo, haciendo que el pene no se ponga erecto en ningún momento, provocando varias erecciones de corta duración…), por lo que es muy difícil determinar las causas y cómo tratarlas, ya que cada caso es un mundo.
En este artículo veremos algunas de las causas más comunes de la disfunción eréctil, el diagnóstico y algunos tratamientos, incluidos algunos remedios naturales a tener en cuenta.
Disfunción eréctil | Todo lo que necesitas saber
Causas de la disfunción eréctil
Las causas que pueden provocar esta disfunción sexual son muy variadas y incluyen tanto cualquier cosa que detenga la secuencia de eventos necesaria para que se produzca una erección (por ejemplo, los impulsos nerviosos del cerebro) como otras causas que pueden venir determinadas por factores psicológicos.
Dentro del primer grupo, pues, podemos encontrar que causan disfunción eréctil ciertos resultados de un proceso quirúrgico (como por ejemplo aquellos que afecten a la próstata tras un cáncer, aunque esta no participe en la cadena de eventos necesaria para producir una erección), fumar (ya que el tabaco reduce el diámetro de las arterias y produce impotencia), enfermedades como la diabetes y la esclerosis múltiple (aunque no se haya demostrado, al afectar al sistema nervioso es muy probable que lo sean), los efectos secundarios de algunos medicamentos, enfermedades como la de La Peyronie (en la que el pene tiene una curvatura inusual durante la erección) y el proceso de envejecimiento. En este último caso, normalmente la disfunción eréctil es a causa de una enfermedad propia de edades avanzadas. En resumen, aunque esta disfunción es más común a medida que los hombres envejecen, no tiene por qué ser típica del proceso de envejecimiento.
Por otro lado, la disfunción eréctil también puede venir provocada por factores psicológicos como el estrés, la ansiedad, la culpa o la depresión. Algunos de estos factores (como el miedo a no “dar la talla”) pueden ser causados por la propia sociedad y sus mitos sobre la potencia masculina a la hora de tener relaciones sexuales.
¿Disfunción eréctil o impotencia?
Aunque popularmente se la conoce como impotencia, el término disfunción eréctil es mucho más adecuado para esta disfunción. Además de no tener el estigma que conlleva la impotencia, los dos tienen un matiz de significado vital: la impotencia conlleva que el pene no se ponga erecto en ningún momento, mientras que la disfunción implica que sí que se tengan erecciones, solo que no duran lo suficiente para poder consumar una relación sexual satisfactoria.
La impotencia, pues, solo hace referencia a casos en los que, por ejemplo, no se pueda hacer el coito, además de ser un sinónimo para la esterilidad.
¿Cómo se detecta la disfunción eréctil?
Normalmente, el médico de familia o el urólogo es el que detectará si se padece disfunción eréctil si el paciente va a visitarlo. Se considera disfunción eréctil siempre que se tengan por lo menos un 25% de intentos fallidos de mantener una erección.
Así, pues, no hay que alarmarse si de vez en cuando no se puede mantener una erección (lo que se conoce comúnmente como gatillazo), ya que solo se considera disfunción si se va repitiendo en el tiempo.
Remedios contra la disfunción eréctil a tener en cuenta
Hay algunos remedios contra esta disfunción que pueden resultar de ayuda para tratar la disfunción eréctil. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que lo más sabio es visitar a un médico para que nos aconseje y lograr tratar la disfunción con éxito.
En primer lugar, es importante llevar una dieta equilibrada, dejar de fumar y hacer deporte. Esto no solo nos ayudará a mantener una vida diaria equilibrada, sino que también nos ayudará a tener relaciones sexuales más satisfactorias.
Es importante, si tomamos medicamentos, que sepamos cuáles son sus efectos secundarios. Si incluyen la disfunción eréctil, se pueden cambiar con otros tras hablarlo con un profesional.
La comunicación es esencial. No solo para tener al tanto a nuestra pareja de qué sucede, sino para lograr relajarse y conseguir una erección más fácilmente. También es importante, si el problema va a más, asistir a terapia.
Finalmente, hay medicamentos específicos como la Viagra para lograr una erección, pero siempre deben venir recomendados por un profesional y no tomarlos a ligera.
Para terminar, lo mejor para evitar la disfunción eréctil es la prevención. Muchos profesionales recomiendan llevar una vida saludable, sin fumar, son una buena dieta y ejercicio. Además, también es muy recomendable tener relaciones sexuales frecuentemente con una pareja afín, buscando el placer.