El dolor de espalda baja es un problema común que puede afectar tu trabajo, a tu vida familiar y que puede limitar en gran medida las actividades que realizas. Aunque la mayoría de los casos de dolor lumbar tienden a mejorar por sí mismos, es crucial consultar a un médico si la condición persiste durante más de cuatro semanas.
Además, esta dolencia puede originarse por lesiones en músculos o ligamentos. Tanto hombres como mujeres pueden ser igualmente afectados, y la intensidad del dolor puede variar desde una molestia leve pero constante hasta un dolor agudo que incapacita a la persona. Se define como dolor de espalda agudo aquel que dura hasta cuatro semanas, mientras que el dolor «subagudo» persiste entre cuatro y doce semanas. Cuando el dolor de espalda supera las 12 semanas, se clasifica como dolor de espalda crónico.
Además, debes saber que no existe una cura específica para el dolor lumbar, sí que hay ciertas cosas que se pueden hacer para prevenirlo y reducirlo o, al menos, para no empeorarlo. ¿Quieres saber qué tienes que hacer para no alimentar el dolor de la espalda baja? A continuación te lo contamos, solo aquí en Salud y amistad.
Índice
Causas del dolor lumbar
Las causas del dolor lumbar son variadas, y su origen puede residir en factores que van desde lesiones musculares y problemas en los discos intervertebrales hasta condiciones médicas crónicas. ¡Conoce estas causas!
- Esfuerzo muscular o lesiones. El levantamiento incorrecto de objetos pesados, movimientos bruscos o una mala postura pueden tensar los músculos de la espalda baja, causando molestias.
- Problemas en los discos intervertebrales. Hernias de disco, degeneración discal o protuberancias pueden ejercer presión sobre los nervios y causar dolor en la espalda baja.
- Condiciones médicas. Problemas como la osteoartritis, la espondilitis anquilosante o la estenosis espinal pueden contribuir a esta dolencia.
- Sedentarismo. La falta de actividad física puede debilitar los músculos de la espalda, lo que aumenta el riesgo de dolor.
- Problemas estructurales. Anomalías en la columna vertebral, como la escoliosis, causan dolor lumbar.
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Tratamientos para el dolor lumbar
Las alternativas de tratamiento para el dolor de espalda, sin recurrir a intervenciones quirúrgicas, ofrecen una gama diversa que puede ajustarse a la intensidad y duración específicas del dolor. Entre estas opciones se incluye:
- El uso de calor o frío, mediante la aplicación de compresas calientes o frías, proporciona alivio al reducir la inflamación y mitigar el dolor.
- La integración de ejercicios de fortaleza diseñados para fortalecer los músculos de la espalda puede mejorar la estabilidad y disminuir la sensación de dolor.
- La terapia física, dirigida por profesionales, abarca desde ejercicios específicos hasta técnicas de estiramiento y masajes, contribuyendo a mejorar la función y aliviar el dolor.
- El empleo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno y el naproxeno ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
- En algunos casos, los tratamientos con esteroides de baja dosis pueden ofrecer un alivio temporal.
Las aplicaciones de calor, los masajes, el yoga o la terapia física supervisada son opciones respaldadas por las nuevas directrices del American College of Physicians (ACP) para tratar el dolor de espalda baja. Estas prácticas, que incluyen la aplicación de calor, masajes, yoga o terapia física bajo supervisión profesional, son consideradas tratamientos no invasivos.
Es crucial tener en cuenta las nuevas directrices del ACP que sugieren explorar opciones no farmacológicas antes de recurrir a terapias medicamentosas para el dolor de espalda agudo, subagudo y crónico. Además, se desaconseja el uso de medicamentos opioides recetados debido a los riesgos asociados con la adicción y la sobredosis.
6 consejos para evitar el dolor de espalda baja
Aquí hay algunos consejos clave para prevenir el dolor de espalda baja:
1. Siéntate bien
Pasamos una buena parte de nuestra vida sentados. El hecho de estar sentado no es malo para la espalda, siempre y cuando se mantenga una postura correcta. El problema es que los asientos que usamos no siempre nos permiten mantener una postura saludable, especialmente mientras trabajamos. Por otra parte, durante nuestro tiempo de ocio, también adoptamos posturas que, aunque parezca cómodas, no son buenas para la espalda.
2. Haz ejercicio
El ejercicio es fundamental para prevenir el dolor de espalda. Es más, aunque te duela, el ejercicio te ayudará a evitar que empeore y a aliviarlo. Esto se debe a que el ejercicio ayuda a fortalecer todos los músculos que proporcionan estabilidad a tu espalda y a adquirir mejores hábitos posturales.
En el artículo Así es como el ejercicio puede aliviar el dolor de espalda encontrarás más información sobre este tema.
ADVERTENCIA: Consulta con tu médico antes de hacer ejercicio si sufres dolor de espalda o tienes algún factor de riesgo (por ejemplo, sobrepeso). Hay muchos ejercicio desaconsejados en caso de dolor de espalda como, por ejemplo, los ejercicios de alto impacto. Realiza el ejercicio baja supervisión de un técnico capacitado e infórmale de tu problema. Si con el ejercicio notas que el dolor empeora tendrás que cambiar de disciplina.
3. No levantes ni cargues cosas pesadas
Si tienes dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar, debes evitar coger cosas muy pesadas. Todo el peso que levantes con los brazos carga tu zona lumbar todavía más.
4. Agáchate cuando tengas que coger algo del suelo
Aunque sea una cosa mínima, cuando vayas a coger algo del suelo agáchate flexionando las piernas, y no haciendo una flexión de cintura. Tal vez para coger un papel o algo pequeño parezca que da lo mismo, pero flexionar las rodillas es mucho más sano para tu espalda en todos los casos. Además, te ayuda a adquirir el hábito cuando tengas que levantar cosas de cierto peso.
5. Deja de fumar
Algunos estudios indican que fumar también puede aumentar la probabilidad de sufrir dolor lumbar. Un estudio realizado en la Universidad Northwestern en Evanston (EEUU sugiere que fumar interfiere en un circuito cerebral asociado con el dolor, lo que hace que los fumadores sean más propensos a sufrir esta dolencia.
6. Pierde peso
El sobrepeso es otro de los motivos que suelen acompañar a los dolores articulares. En el caso del dolor de espalda, un abdomen prominente y/o unas nalgas voluminosas pueden incidir en la forma de realizar los movimientos y cambiar el centro de gravedad del cuerpo, así como obligar a curva lumbar a estar más pronunciada, lo que provoca sobretensión en los músculos lumbares.
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