Las hemorroides son un problema común que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas. Se trata de una afección en la que hay inflamación de los vasos sanguíneos en el área anal y rectal. Las hemorroides pueden ser internas o externas y pueden causar síntomas como dolor, picazón, sangrado y protuberancias en el área anal.
Aunque las hemorroides son una afección común y generalmente no son graves, pueden ser molestas y pueden requerir tratamiento. En este artículo, exploraremos las causas comunes de las hemorroides, los síntomas que pueden aparecer y los tratamientos disponibles para aliviar los síntomas y prevenir futuras apariciones de la afección.
Recuerda que como siempre es importante consultar a un especialista que pueda ayudarte con tratamiento médico en caso de que sea necesario.
Tipos de hemorroides: Internas y Externas
Las hemorroides internas se forman dentro del recto y suelen ser menos dolorosas que las hemorroides externas. Las hemorroides externas se forman debajo de la piel alrededor del ano y pueden ser dolorosas y molestas. Los síntomas de las hemorroides incluyen dolor, picazón, sangrado y protuberancias en el área anal. Aunque las hemorroides son una afección común y generalmente no son graves, pueden ser molestas y pueden requerir tratamiento.
Causas comunes de las hemorroides
A pesar de que las causas de las hemorroides son muy diversas, existen algunos factores que pueden favorecer su aparición:
- Estreñimiento: El esfuerzo durante la defecación puede aumentar la presión en los vasos sanguíneos del área anal y rectal, lo que puede llevar a la aparición de hemorroides.
- Dieta baja en fibra: Una dieta baja en fibra puede hacer que las heces sean duras y difíciles de pasar, lo que aumenta el riesgo de hemorroides.
- Sentarse durante períodos prolongados: Pasar mucho tiempo sentado puede aumentar la presión en los vasos sanguíneos del área anal y rectal y aumentar el riesgo de hemorroides.
- Embarazo: El embarazo puede aumentar la presión en los vasos sanguíneos del área anal y rectal y aumentar el riesgo de hemorroides.
- Envejecimiento: Las hemorroides son más comunes en personas mayores de 50 años.
- Historial familiar de hemorroides: Si alguien en tu familia ha tenido hemorroides, es más probable que tú también las desarrolles.
- Obesidad: La obesidad puede aumentar la presión en los vasos sanguíneos del área anal y rectal y aumentar el riesgo de hemorroides.
Síntomas de las hemorroides. ¿Cómo saber si las tengo?
Aunque las hemorroides son una afección fácil de identificar, merece la pena conocer los síntomas para no confundirlos con otros problemas. Los síntomas de las hemorroides incluyen:
- Dolor alrededor del ano o en el interior del recto.
- Picazón en el área anal.
- Protuberancias o bultos alrededor del ano.
- Sangrado durante la defecación.
- Sensación de que hay algo atrapado en el área anal.
Si tienes estos síntomas, es importante consultar a un médico. Es posible que tengas hemorroides, pero es importante que un médico determine la causa de tus síntomas y te recomiende el tratamiento adecuado. Es posible que tengas otra afección médica que necesite atención médica, como una infección o un problema de salud más grave.
Cómo prevenir las hemorroides
Está claro que pese a no ser una afección grave, las hemorroides son molestas y por ello es tan interesante intentar prevenirlas. Pero utilizar métodos para prevenir las hemorroides no siempre es garantía de éxito porque a veces por cuestiones genéticas podemos estar predestinados a sufrirlas.
En cualquier caso, conviene conocer estos consejos de prevención y con suerte evitarlas o minimizar su impacto.
- Mantener una dieta rica en fibra: Una dieta rica en fibra ayuda a mantener la digestión regular y evita el estreñimiento, lo que reduce el riesgo de desarrollar hemorroides.
- Beber suficiente líquido: Mantenerse hidratado ayuda a evitar el estreñimiento y reduce el riesgo de desarrollar hemorroides.
- Evitar el exceso de esfuerzo durante la defecación: Trata de no forzar durante la defecación y usa técnicas de relajación para facilitar el proceso.
- Evitar sentarse durante períodos prolongados: Trata de moverte y caminar regularmente para evitar la presión en los vasos sanguíneos del área anal y rectal.
- Mantener un peso saludable: La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar hemorroides, por lo que es importante mantener un peso saludable.
- Usar productos de cuidado personal adecuados: Evita usar productos de cuidado personal que puedan irritar la piel alrededor del ano, como toallitas húmedas perfumadas.
- Usar una almohadilla de asiento caliente: Sentarse sobre una almohadilla de asiento caliente puede ayudar a aliviar los síntomas de las hemorroides.
Tratamientos para las hemorroides
Los tratamientos para las hemorroides pueden ser variados y tienes que encontrar aquellos que te funcionen mejor. Nosotros te damos un listado de algunos de los más habituales, pero ten en cuenta que con un especialista obtendrás recomendaciones más específicas.
- Baños de asiento tibios: Los baños de asiento tibios pueden ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón asociados con las hemorroides.
- Aplicación de hielo: Aplicar hielo envuelto en una toalla sobre la zona afectada puede ayudar a reducir la hinchazón.
- Medicamentos: Existen varios medicamentos que pueden ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón asociados con las hemorroides, como cremas, ungüentos y supositorios.
- Cambios en la dieta: Aumentar el consumo de fibra y líquidos puede ayudar a prevenir las hemorroides y mejorar los síntomas.
- Ejercicios: Practicar ejercicios de Kegel puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar la circulación sanguínea en la región anal.
Si los síntomas persisten o son graves, es posible que sea necesario un tratamiento más invasivo, como la ligadura de las hemorroides o la extirpación de las mismas. Se recomienda consultar a un médico si los síntomas no mejoran con el tratamiento en casa o si se presentan síntomas graves, como sangrado rectal o fiebre.
Cirugía de hemorroides ¿Cómo es?
La cirugía de hemorroides se realiza para eliminar las hemorroides internas o externas que son muy grandes o que no han respondido a otras formas de tratamiento, como el uso de medicamentos o cremas. Hay varios tipos de cirugía para tratar las hemorroides, y el tipo más adecuado para ti dependerá de la gravedad de tus síntomas y de tu salud en general. Algunos de los tipos más comunes de cirugía para las hemorroides incluyen la escleroterapia, la ligadura elástica, la resección con láser y la hemorroidectomía.
La escleroterapia es un tipo de procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en el consultorio del médico. En este procedimiento, se inyecta una solución esclerosante en la hemorroide, lo que provoca que se endurezca y se reduzca en tamaño. La ligadura elástica es otro procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en el consultorio del médico. En este procedimiento, se coloca una banda elástica alrededor de la base de la hemorroide para cortar el flujo sanguíneo a la misma, lo que provoca que se reduzca y desaparezca.
La resección con láser es un tipo de cirugía que se realiza en el hospital y que implica el uso de un láser para eliminar las hemorroides. La hemorroidectomía es el tipo más invasivo de cirugía para las hemorroides y se realiza en el hospital. En este procedimiento, se extirpan las hemorroides mediante una incisión en la piel del ano. Después de la cirugía, es probable que necesites tomar medicamentos para el dolor y seguir un régimen de cuidado personal para ayudar a prevenir infecciones y promover la curación.
Cuidado personal después de la cirugía de hemorroides
Después de la cirugía de hemorroides, es importante seguir las instrucciones de tu médico y cuidar adecuadamente la zona operada para promover la curación y prevenir complicaciones. Algunos de los cuidados personales que puedes necesitar después de la cirugía incluyen:
- Tomar medicamentos para el dolor: tu médico te recetará medicamentos para el dolor para ayudar a aliviar cualquier molestia después de la cirugía. Sigue las instrucciones de tu médico para tomar estos medicamentos y no tomes más de lo que te haya recetado.
- Mantener la zona limpia: es importante mantener la zona operada limpia y seca para prevenir infecciones. Usa agua tibia y jabón suave para limpiar la zona y sécala bien después de bañarte o ducharte.
- Evitar el esfuerzo: evita levantar cosas pesadas o hacer ejercicio intenso durante unos días después de la cirugía. Esto ayudará a prevenir la tensión en la zona operada y te ayudará a recuperarte más rápidamente.
- Usar ropa cómoda: usa ropa suelta y cómoda para evitar frotar o presionar la zona operada.
- Evitar el estreñimiento: el estreñimiento puede empeorar los síntomas de las hemorroides y prolongar la curación. Trata de mantener una dieta rica en fibra y bebe mucha agua para evitar el estreñimiento. Si aún así tienes problemas para ir al baño, habla con tu médico sobre el uso de laxantes de manera temporal.
Conclusiones finales
Esperamos que este artículo te haya resultado útil y que conozcas mejor esta afección, sus síntomas, sus causas y cómo prevenir las hemorroides o tratarlas. Recuerda que siempre la mejor opción es consultar a tu médico de cabecera para que te de los mejores consejos y pautas de tratamiento personalizadas.