Aliviar la ansiedad y controlar el estrés son algunos de los retos a los que prácticamente se enfrenta todas las personas adultas, tanto si estudian como si trabajan. Pero no todas lo llevan igual de bien. Esto puede deberse a muchos factores. Ahora, un estudio plantea la posibilitad de que el tipo de alimentación puede estar directamente relacionada con esto, y que algunos alimentos pueden ayudar a curar la ansiedad de forma natural.
El estudio en cuestión ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Oxford. Según los investigadores, la ingesta de prebióticos reduce la respuesta del cortisol y altera las reacciones emocionales. Pero, ¿Qué es el cortisol? ¿Qué tiene que ver con el estrés y la ansiedad? El cortisol es una hormona que se libera como respuesta al estrés y que está relacionada también con el aumento de apetito.
Según los investigadores, los alimentos prebióticos -que aumentan las bacterias buenas en el intestino- hacen mucho más que ayudar al buen funcionamiento del sistema digestivo. Los neurobiólogos que realizaron el estudio encontraron que los prebióticos también tienen un efecto anti-ansiedad muy poderoso, alterando las reacciones emocionales de la gente a la atención negativa y positiva.
Después de tomar un prebiótico durante tres semanas, los participantes en el estudio no se quedaron en la mala reacción y, en su lugar, se centraron en lo bueno. Curiosamente, ese tipo de reacción también fue mostrado por con medicación antidepresiva, pero, por supuesto, durante el estudio no tomaron antidepresivos, sino solo prebióticos totalmente naturales.
La buena noticia es que los prebióticos se pueden incorporar de forma fácil a la dieta diaria, ya que muchos alimentos los contienen.
En forma natural, los prebióticos están presentes en alimentos como el trigo, el ajo, la cebolla, los espárragos, el puerro, la remolacha, la raíz de achicoria y el alcaucil, entre otros. Además, los encontramos adicionados a productos como leches, yogures y cereales.
Una vez más, comprobamos lo importante que es comer bien, no solo para una buena salud física, sino también para una buena salud mental.