¿Qué es la afantasía?
La afantasia se define como la incapacidad para generar imágenes mentales. Para las personas que viven con esta condición, visualizar algo en su mente es imposible. Si les pides que imaginen, por ejemplo, un auto azul, no verán una imagen mental; en contraposición, pueden llegar a pensar en la idea de un auto, asociarla con el recuerdo que tengan del color azul, recordar lo básico de su forma y funciones, pero no tendrán la capacidad de ver el auto en su mente.
El descubrimiento de la afantasía como fenómeno se le atribuye al científico inglés Francis Galton, quien lo describió por primera vez en 1880. Su estudio se basaba en evaluar y comparar la variabilidad en la capacidad de visualización en diferentes personas. Pero no fue sino hasta el año 2015 cuando se estudió con mayor profundidad. El profesor de neurociencia Adam Zeman, de la Universidad de Exeter, publicó un estudio que puso a la condición nuevamente en el mapa de la investigación científica.
¿Cómo se experimenta este fenómeno y cuáles son sus causas?
Lo más curioso de padecer este fenómeno es que es probable que la persona no se de cuenta que lo tiene, sino hasta que se ve en la necesidad de compararse con otros que si pueden visualizar cosas en su mente. Una persona que tiene afantasía puede leer un libro, sin que ello implique que se construyan los personajes, escenarios o situaciones en su mente. De igual modo, al recordar eventos pasados, puede rememorar las situaciones y sentimientos, pero sin las imágenes que se le asocian.
En relación a las causas, estas aún siguen siendo un misterio para la comunidad científica. Lo que se sugiere hasta ahora es que en las personas con afantasía podría haber una desconexión en las áreas del cerebro que son las responsables de la visualización mental. La corteza visual, que sería la encargada de procesar todo lo referente a las imágenes visuales, podría estar menos conectada o menos activa en relación a otras áreas que manejan la memoria y la imaginación.
También hay estudios que sugieren un componente genético en el desarrollo de la condición. Sobre lo que si hay certeza es que puede presentarse de dos maneras: o desde el nacimiento, o más adelante en la vida, como consecuencia de algún traumatismo o evento neurológico. En este caso, resultará vital entrenar el cerebro para que se adapte a sus nuevas condiciones, de la mejor manera posible.
¿Cómo afecta la afantasia la vida diaria?
Si tú o alguien conocido tiene esta condición, es importante conocerla para adaptarse a ella. La realidad es que no representa ninguna limitación puntual en el ejercicio de las actividades diarias. En lo único que puede interferir es quizá en que la persona que tiene afantasía tendrá mayores dificultades para asuntos simples como recordar caras o lugares con detalle. Sin embargo, otros detalles como el contexto, pueden suplir esta falta de claridad con las imágenes.
Esta condición tampoco representa ningún problema desde el punto de vista creativo. De hecho, muchas personas que la tienen pueden ser grandes artistas, escritores o científicos. Y es que utilizan otras habilidades para conceptualizar las ideas, generando esquemas, descripciones o mapas de palabras.
El diagnóstico
Uno de los elementos más desafiantes que puede implicar esta condición, es su diagnóstico. De hecho, generalmente pasa desapercibida, pues no genera ningún tipo de síntoma evidente. Las personas que la tienen, suelen darse cuenta al compararse con los demás, percibiendo que tienen una experiencia mental diferente. No existe ninguna prueba científica específica que ayude a diagnosticarla. Sin embargo, algunas pruebas psicológicas pueden ayudar a identificarla.
Por ejemplo, una prueba comúnmente utilizada es pedirle a una persona que visualice un objeto familiar, como una pelota de fútbol y luego describa cuántos detalles puede imaginar. Si la persona no puede ver ninguna imagen mental, podría tener afantasia. Si bien descubrir que se tiene esta condición puede resultar desconcertante, también es una oportunidad para explorar nuevos caminos mentales, nuevas formas de pensar y de recordar. En las personas con afantasía es común que otros sentidos se desarrollen de manera mucho más nutrida, como los detalles auditivos, táctiles e incluso emocionales.
En definitiva, la afantasía es una condición que pone de manifiesto la fascinante diversidad que existe en la experiencia humana. Aunque para los que no conocemos el concepto, puede resultar raro pensar en no generar imágenes mentales, para quienes viven con esta condición, es un desafío a superarle y encontrar nuevas e interesantes formas de comprensión del mundo y de interacción con el entorno.
Y tu, ¿Habías escuchado hablar sobre la afantasía? ¿Conoces a alguien que la tenga? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si este tema llama tu atención no te pierdas el artículo en el que te contamos las mejores herramientas sobre cómo evitar el deterioro cognitivo. ¡Hasta la próxima!