Traer una vida al mundo es un proceso demandante y muy exigente para el cuerpo femenino. Desde el embarazo y todas sus etapas, hasta el momento de parir, no solo debes prepararte físicamente, sino también mental y emocionalmente. Después de un parto, son varios los cambios y efectos que puedes sentir en tu cuerpo, por lo que es el comienzo de un proceso de recuperación. Esto implica conectar con tu cuerpo y ayudarlo a recuperarse y volver a la normalidad. Y para lograrlo, cada detalle cuenta. Desde el uso de las mejores cremas post parto hasta llevar una rutina de actividad física, todo sumará a la hora de ponerte de nuevo a tono, siempre a tu ritmo.
¿Por qué es crucial cuidar tu cuerpo tras el parto?
Después de dar a luz, tu cuerpo pasa por una serie de cambios mientras se adapta y se cura. Y aunque seguro tendrás la tentación de depositar toda tu atención en tu bebé, también es importante que dediques tiempo a cuidar de ti misma; esto te ayudará a recuperarte más rápido y a estar en mejores condiciones para las etapas por venir.
Durante el embarazo y el parto, el cuerpo se resiente de muchas maneras. Es común la flacidez de la piel, especialmente en la zona abdominal; también lo son las grietas pezoniles, la hinchazón de los pies y que te queden algunos kilos de más. Lo fundamental en este sentido es que seas amorosa contigo misma y tus procesos, que no te presiones a volver a ser la de antes en tiempo record, y que empieces a diseñar nuevas rutinas de cuidado que puedas sostener en el tiempo.
Los productos especializados como las cremas para la flacidez, los suplementos vitamínicos o las cremas para el pezón también pueden ser grandes aliados para tratar esos problemas comunes en el post parto. Acompáñanos a ver algunos consejos útiles para vivir esta etapa disfrutando de tu bebé y también de ti misma.
Consejos para acelerar la recuperación postparto
Desde productos hasta incorporación de hábitos, hay algunos consejos escenciales que debes incorporar para acelerar la recuperación de tu cuerpo después de dar a luz.
1. Cuida de tu descanso
Sabemos que con la llegada de un recién nacido, el sueño es una de las cosas que más se ve afectada. Sin embargo, en la medida de lo posible procura cuidar de tu descanso. Aprovecha de dormir cuando tu bebé duerme y también busca y acepta la ayuda de tu pareja, familiares o amigos. Tener un circulo de apoyo es vital para que puedas descansar y recuperarte.
2. Consume una alimentación balanceada
Una dieta nutritiva es crucial. Asegúrate de consumir alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Recuerda que estuviste formando a un ser humano, así que es probable que hayas quedado un poco débil. Organiza una dieta que refuerce tu sistema inmunológico y aumente tus niveles de energía. También es fundamental que te hidrates suficientemente, con al menos ocho vasos de agua por día. Esto te ayudará a eliminar toxinas y también promoverá la producción de leche materna.
3. Cuida de tu piel
La piel es uno de los aspectos que más se ve afectado durante el embarazo y después del parto. Las estrías y la flacidez son bastante comunes. ¡Pero no desesperes! Con un poco de paciencia, constancia y los productos adecuados, podrás volver a tu estado habitual. Empieza una rutina de ejercicios leve, que fortalezca los músculos abdominales. También consume alimentos y suplementos con colágeno. No te olvides de sumar a tus rutinas de cuidado productos como cremas y aceites con colágeno, vitamina E y retinol, que pueden ayudar a recuperar la elasticidad y el tono de la piel.
4. Trata las grietas en los pezones
Si ya empezaste el proceso de amamantar, te habrás dado cuenta de que resulta muy desafiante, tanto para lograr que tu bebé lo haga de manera correcta, como para cuidarte en el proceso. Es común que los pezones se agrieten, y esto puede resultar muy molesto y doloroso. Para cuidarlos, utiliza cremas específicas para el pezón, como las que contienen lanolina o aceite de coco. Otro hábito que puede ayudar es masajearlos suavemente con aceite de almendra o de oliva, que mejoran la elasticidad de la piel. Por último, procura usar ropa interior de algodón y evitar productos que puedan resultar irritantes.
5. Mejora la hinchazón de los pies
Otra consecuencia del embarazo, el parto y el postparto, es la hinchazón del cuerpo y en especial de los pies. Como consejo para combatirla, tómate unos minutos al día para elevar tus pies estando acostada. Y, de ser posible, también mantenlos en elevación cuando estés sentada. Las compresas frías o bolsas de hielo pueden ayudar a desinflamar. Úsalas por unos 15 o 20 minutos, varias veces al día. Cuida de llevar un calzado cómodo y que no te ajuste, y también te puedes ayudar con cremas o geles que tengan ingredientes antiinflamatorios como la menta o el árnica.
6. Promueve el descenso de peso
Y por último, cuando estás embarazada es normal que subas un promedio de nueve o diez kilos, y de acuerdo a cada caso, pueden ser más. Si quieres volver a tu peso de antes de la gestación, es importante que te tengas paciencia y que te comprometas. Lo primero en este sentido es cuidar de tu alimentación. Come suficientes proteínas, vitaminas y fibras, que nutran a tu organismo y no le aporten calorías excesivas o vacías. También es importante el ejercicio regular, que combine cardiovascular con entrenamiento de fuerza, que te ayudará a recuperar tu tono muscular.
Además de ello, también hay suplementos que pueden impulsar el descenso de peso. Antes de probarlos, es importante que consultes a tu médico y te dejes guiar. Él sabrá lo que es mejor para ti y tu bebé. En definitiva, recuperarte después del parto puede ser un desafío, pero con amor, compromiso y paciencia, lo lograrás y te sentirás fuerte, enérgica y plena.