Sobre todo en la época veraniega, nos encanta tomar el sol. Recostarnos sobre la playa o la hierba y broncear nuestra piel. Aunque esta sensación de calidez puede ser verdaderamente gratificante, también tiene grandes riesgos. Entre las consecuencias más alarmantes podemos hallar que la exposición a la radiación solar sin protección puede causar la aparición de cáncer de piel y melanomas. Sin embargo, estos riesgos pueden evitarse si se usa la protección y las prevenciones adecuadas. Para conocer más al respecto no dejes de leer.
¿Cuáles son los perjuicios de exponerse al sol sin protección?
1. Cáncer de piel y melanomas
Como te lo mencionamos, el cáncer y los melanomas son de los riesgos más graves de exponerse al sol, por eso vale la pena reiterarlo. Muchas personas suelen creer que las consecuencias de exponerse al sol son pasajeras o que tienen fácil solución, pero no siempre es así.
Según estudios la potencia de los rayos UV provoca alteraciones en la estructura del ADN. Generalmente, sobre el ADN actúan mecanismos que lo reparan, pero si esto no llega a suceder, se tendría una célula con el ADN mutante, el cual seguirá dividiéndose indistintamente. Esta mutación podría generar un daño en el buen funcionamiento (y ciclo) de la célula. En este caso es que se podría generar un cáncer de piel.
Existen distintos tipos de cáncer de piel, pero el asociado a la exposición al sol es el conocido como melanoma. El melanoma se produce por un crecimiento descontrolado de las células de pigmentación de la piel. En un principio se presenta como un pequeño nevus (lo que sería muy similar a un lunar). Con el tiempo, el nevus cambia su forma y tamaño, lo que confirma que efectivamente existe una actividad celular irregular.
Ahora bien, en estos casos el tratamiento a seguir sería la extirpación del nevus lo antes posible. En los casos más graves, se puede producir metástasis, esta consiste en que las células cancerígenas viajan por el torrente sanguíneo a otros tejidos, creciendo en ellos e induciéndoles el cáncer. Si esto llega a suceder, el caso se vuelve aún más grave de tratar, pudiendo llegar a ser letal.
Una medida preventiva importante, además del bloqueador solar y del evitar exposiciones prolongadas, es conocer nuestro cuerpo. Acudir al médico a tiempo, si observamos alguna marca extraña, podría ser clave.
2. Quemaduras cutáneas
Las quemaduras son de los riesgos más frecuentes. Existen varios tipos, por lo que debes estar atento. Cuando son leves provocan un enrojecimiento (eritema), alta sensibilidad y el desprendimiento de la piel. Este tipo de quemadura no es grave, ya que se cura en pocos días.
Sin embargo, si la exposición sin protección solar fue más prolongada, pueden quemarse las capas más profundas de la piel. Se trata de quemaduras de segundo grado, que pueden ir acompañadas de ampollas, edemas y dolor. En este punto debes tener en cuenta que las personas con piel blanca son más susceptibles (esto se debe a bajos niveles de melanina que protegen el ADN y absorben los rayos UV), por lo que es recomendable acudir al médico si crees que te has quemado gravemente.
3. Debilitamiento de la piel
Otro de los riesgos de exponerse al sol sin protección es el envejecimiento de la piel. Los rayos UV deterioran las fibras de elastina, haciendo que la piel se vuelva flácida y frágil. Al ser jóvenes, tenemos la capacidad de regenerar aquellas fibras, pero con la edad el efecto de envejecimiento se acentúa.
4. Insolación
Ahora bien, los riesgos de exponerse al sol sin protección van más allá de la piel. Cuando nuestro cuerpo no puede regular la temperatura, mediante la sudoración, podemos sufrir de insolación o golpes de calor. Estos por lo general se somatizan con dolores de cabeza, náuseas, sensación de debilidad y pulsaciones aceleradas. Si alguna vez te sientes así, busca un lugar fresco, toma asiento y bebe mucho líquido. Si no realizas este último consejo, ya pasarías a presentar síntomas más graves. Entre estos están convulsiones, vómitos, el caer en coma e incluso la muerte.
5. Deshidratación
Un último riesgo de la exposición solar sin protección que queremos mencionar es la deshidratación. Consiste en la falta de agua y sales minerales en nuestro organismo. Los síntomas y consecuencias de la deshidratación pueden ser dolor de cabeza, vértigo, mareo, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, delirios, espasmos e incluso la muerte. Para evitar la deshidratación basta con beber mucha agua.
Con esto cerramos el artículo. Recuerda que no es difícil tener una actitud prudente con respecto a la exposición solar. Basta con beber agua constantemente y evitar largos periodos de exposición y mantenerse fresco, también puedes proteger tu piel y cabeza con prendas ligeras. Y, por supuesto debes usar protector solar. Ten presente que este es diferente para cada tipo de piel y ninguno genera una protección completa, por lo que es ideal que tu médico recomiende el mejor para ti. Además, si te empiezas a sentir mal, deja lo que estás haciendo y busca un lugar con sombra en el que puedas descansar y tomar un respiro. Y si presentas síntomas alarmantes, no dudes en consultar con un profesional.