La tos es uno de los síntomas más comunes que puede afectar a cualquier persona en diferentes momentos de la vida. En general solemos no prestarle demasiada atención, pero es importante saber que esta sintomatología puede estar encendiendo alarmas, que van desde un simple resfriado hasta afecciones más graves. Hoy en Salud y Amistad te compartimos cuáles son los principales tipos de tos en adultos, las causas que las generan y cómo tratarlas. ¡Acompáñanos!
¿Qué es la tos y por qué se produce?
La tos es un reflejo natural del cuerpo, a través del cual busca limpiar las vías respiratorias de irritantes, como mucosidad, polvo o humo. Se produce cuando los receptores nerviosos en las vías respiratorias detectan un irritante y envían una señal al cerebro, que responde con una contracción de los músculos del tórax y el abdomen, expulsando aire de manera rápida y forzada.
La tos no es una enfermedad en sí misma. Sin embargo, es un síntoma que suele venir asociado a diferentes afecciones de carácter respiratorio. Hay quienes recomiendan hierbas medicinales para mejorar la salud pulmonar, que ayudan a aliviar la tos. Sin embargo, lo importante es identificar tu tipo y causas, para plantear los tratamientos que sean realmente más efectivos.
Los tipos de tos
Son muchas las clases de tos en adultos, de acuerdo a las características con las que se manifiesten. Conocerlas te ayudará a buscar las opciones de tratamiento tanto naturales como médicas, para aliviarla.
1. La tos seca
Entre los tipos de tos, la seca es de las más comunes. Se trata de aquella tos que no produce flema ni mucosidad, suele ser persistente y generar sensación de irritación y picor en la garganta. Es común que este tipo de tos se agrave por las noches, afectando la calidad del sueño. Entre las causas más comunes de la tos seca están las infecciones virales, como el resfriado común o la gripe. También irritantes ambientales como el humo del cigarrillo o la contaminación. Por último, pueden incidir en su aparición las alergias, asma o el reflujo gastroesofágico.
Entre los tratamientos más recomendados está la abundante ingesta de líquidos calientes como las infusiones, y el uso de humidificadores de ambiente. Se recomienda evitar agentes irritantes como el humo, y también pueden ser recetados medicamentos antitusivos para reducir el reflejo de la tos.
2. La tos productiva
Otro de los tipos de tos comunes es la tos productiva, también conocida como tos con flema. Esta se caracteriza por la expulsión de mucosidad o secreciones. Suele aparecer cuando el cuerpo trata de eliminar el exceso de flema de las vías respiratorias. Las causas más comunes de este tipo de tos son las infecciones respiratorias, como un resfríado fuerte, la bronquitis, neumonía o sinusitis. También se genera como efecto de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los tratamientos para esta clases de tos en adultos apuntan a ayudar en la explusión de la mucosa. Por eso, se sugiere beber mucha agua que ayude a diluir el moco, y usar expectorantes que aflojen las secreciones. Si la causa de la tos es una infección bacteriana, lo más probable es que el médico recete un tratamiento con antibióticos.
3. La tos crónica
Otro de los tipos de tos más recurrentes es la tos crónica, que es aquella que persiste durante más de ocho semanas. Es un síntoma que no debemos pasar por alto, pues puede ser la alarma sobre enfermedades más graves. Entre las causas de la tos seca persistente o crónica se cuentan el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el reflujo gastroesofágico, las infecciones respiratorias mal tratadas e incluso la insuficiencia cardíaca.
El tratamiento de la tos crónica depende de su causa subyacente. Algunas estrategias incluyen el uso de inhaladores o broncodilatadores para el asma, al toma de medicamentos para controlar el reflujo ácido, descongestionantes o antibióticos si es necesario, e incluso terapias respiratorias en caso de que la causa sea la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
4. La tos alérgica
Sumamos a los tipos de tos más comunes, la tos alérgica, que es aquella que se genera cuando el sistema inmunológico reacciona a ciertas sustancias que están presentes en el medio ambiente. Por ejemplo, esta tos puede ser generada por el polvo, el polen o los ácaros. También es una manifestación común de alergias estacionales. Si bien no se acompaña de mucosidad, puede llegar a ser muy molesta, asociándose también a estornudos o picazón en los ojos.
Como tratamiento para esta clase de tos en adultos se suele recomendar que se evite el contacto con el alérgeno que resulte desencadenante. También suelen usarse antihistamínicos para controlar la respuesta alérgica, descongestionantes nasales y en casos más graves, inhaladores o aerosoles nasales.
5. La tos ferina
Y el último de los tipos de tos que queremos mencionarte es también el más grave. Se trata de la tos ferina, una enfermedad bacteriana contagiosa caracterizada por ataques intensos de tos seca y espasmódica. Después de una serie de tosidos, es común que el paciente inhale profundamente, produciendo un sonido agudo. La causa de este padecimiento es la infección por la bacteria Bordetella pertussis, que afecta directamente las vías respiratorias.
Entre los tratamientos para combatirla se cuentan el uso de antibióticos, las vacunas preventivas, en especial para los niños, y los tratamientos para aliviar síntomas, como los humidificadores de ambiente.
Si bien en términos generales la tos no representa una amenaza grave, es importante prestar atención a sus causas, síntomas y evolución. Si los ataques de tos duran más de tres semanas, si vienen acompañados de fiebre alta o dificultad para respirar, o incluso si hay sangre en el esputo o dolor en el pecho, es importante buscar de inmediato atención médica.
Como remedios caseros populares suelen recomendarse los tés de jengibre, la miel y las inhalaciones de vapor. Desde el punto de vista médico, lo usual son los antitusivos, los expectorantes y antibióticos, siempre de acuerdo al tipo de tos y a la indicación de tu médico de confianza.